María Teresa Campos tenía muy claro que iba a ir a 'La resistencia' para pasárselo bien. Con mucho humor y diciéndole a David Broncano que "tú te enfrentas mucho con el entrevistador y no va a querer venir nadie de invitado", ambos se dejaron llevar hablando de temas de actualidad sin perder en ningún moemnto el sentido del humor.
El 9 de octubre saltó la falsa noticia de la muerte de la presentadora, y aprovechó su charla en el programa para contar cómo lo vivió. "Lo pusieron de una manera que era confuso", recordaba, contando que "la gente unió la muerte de un compañero, Pepe Oneto, y ponían mi cara". Pero lo que tenía claro es que "era una cosa hecha a conciencia para que la gente entrara". Y ahí no quedó la cosa.
María Teresa Campos, en 'La resistencia'
"En otro sitio me salió algo que no puedo decir lo que ponía", aseguraba la invitada por no mencionar un término en concreto que no le gusta nada. Según contó, decía algo así: "'María Teresa Campos la ha palmado', pero con otra palabra, la que empieza por la letra efe", haciendo clara alusión a "fallecer". Aun así, Broncano preguntó: "¿Follar?", provocando la carcajada de María Teresa, que aseguró: "Esa me hubiera gustado, tío".
El caramelo envenenado de ir a Barcelona
"Creo que nos vamos a ver pronto en los Ondas", comentó la presentadora cambiando de tema y, a la hora de a felicitarse con un apretón de manos, demostró que está en plana forma: "Estoy de 'p' madre", aseguraba. Fue entonces cuando Broncano dijo: "Hay gente que cumple años y baja al parque a las ruedas que puso Carmena y ahora la tercera edad está cuadrada". Pero volviendo al premio en que ambos presentadores volverán a verse en Barcelona, ella se rió al recordar las protestas que hay en la Ciudad Condal, declaró: "La invitación es un caramelo envenenado". Pero como está en plena forma, él le dijo: "María Teresa, tú ya estás para ir ahí a volcar contenedores".
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Acudiendo al programa un día antes de la exhumación de Franco, Campos recordó entre risas un vídeo que le habían enviado en el que paseaban al dictador y la gente cantaba: "No estaba muerto, estaba de parranda". Y, para acabar, se declaró una mujer "con carácter", añadiendo que "es una cosa que en un hombre es algo bueno, pero en una mujer es: 'joder, cómo es esta tía'. Broncano discrepó y le dijo: "A mí una tía que se venga arriba me gusta" y fue entonces cuando María Teresa volvió a soltar una carcajada jugando con el doble sentido y afirmó: "A mí me gusta que se venga un tío arriba".