Mariola Cubells es de las periodistas que más saben de televisión. Por esta razón, la Cadena SER cuenta con ella desde hace años para hablar de los entresijos de la pequeña pantalla y este verano presenta "¿Y tú qué miras?". En este programa informa al oyente de qué es lo mejor que hay en la tele y qué es lo peor, por lo que le pedimos que nos recomiende qué series son las más indicadas para ver en este periodo estival. Además, aprovechamos para hablar con la periodista sobre el medio, hacia dónde van las cadenas generalistas, si realmente las plataformas van a terminar con la televisión lineal y cómo los maratones nos han hecho degustar la ficción de una manera distinta.
La periodista valenciana fue una de las que más tiempo dedicó a informar en televisión de los crímenes de Alcàsser. Ahora que estos hechos han vuelto a ponerse de actualidad con el estreno de la serie documental 'El caso Alcàsser', hablamos con Cubells de cómo los medios trataron el tema y hace autocrítica de un tipo de periodismo del que asegura que se retiró. ¿Por qué ahora ha participado en el documental y por qué cree que otros profesionales han preferido no hacerlo? Nos cuenta cómo ha cambiado el panorama y cuánta parte de culpa tiene el espectador (si la tiene) a la hora de seguir casos de tal envergadura en los medios.Mariola Cubells
¿Cómo te va con "¿Y tú, qué miras?"?
Muy bien, si te dijera lo contrario te mentiría. Yo llevo diez años en La SER y siete con Carles Francino y si puedo hacer esto es porque llevamos siete años en "La ventana" dándole cancha al mundo de la televisión desde distintos ámbitos. "¿Y tú, qué miras?", que lo hemos hecho ya algún verano, sería un spin-off de la sección que hago en "La ventana", pero es más largo y podemos dedicar más tiempo porque es una hora entera. Yo estoy encantada. Primero, porque me parece que se puede contar la tele desde diferentes maneras y para eso la radio es un medio muy agradecido; segundo, porque a los artífices de la televisión (presentadores, directores, guionistas...) intento darles voz a todos los que hacen posible la televisión, no solo a las caras que salen.
El programa y la filosofía de narrar la televisión, en este espacio en concreto y en todo lo que yo hago en la cadena SER, es esa: contar la tele desde diferentes puntos de vista para que el oyente tenga más pautas para descodificar mejor la tele y pueda valorarla y disfrutarla más. A mí me gusta la televisión, yo he trabajado en la tele y sé lo que está bien o lo que está mal. La gente sabe que puede venir a la radio y contarnos la historia sobre su oficio: escribir para la tele o dirigir para la tele. Estamos hablando de ficción, de entretenimiento, de informativos, de conceptos televisivos... Estoy encantada, la verdad.
En este aspecto de mostrar los entresijos de la tele, que dices que es para mostrar a los oyentes información de cómo se hace la tele, ¿qué feedback recibes?
A mí personalmente me pasma ver la empatía que se produce con el espectador cuando hablas de televisión sin echarles la bronca. Siempre ha sido muy habitual lo de las crónicas, las columnas, los críticos de tele, que son un poco como los de cine... Nosotros lo que hacemos es cribar un poco y servirles de gurús, aunque igual es una palabra excesiva, pero sí mostrarles un poco un camino que ahora mismo es tan abundante, tan heterodoxo y tan complejo que creo que hace mucha falta gente que te indique, más o menos. Yo lo que recibo del espectador es felicidad, en este caso. Lo veo en Twitter, lo veo en la gente que te lo dice: "Me encanta como hacéis esto en 'La Ventana'".
De cadenas generalistas solo destacaría 'La otra mirada'. No salvaría nada más. De hecho, en ficción ha sido un mal año
¿Tú qué dirías ahora respecto "esto hay que verlo" o "esto no hay que verlo"?
Yo veo mucho, y de muchos tipos. Si tuviera que decirte, por ejemplo, una lista de seis series para ver este verano, hay que contar con que tienes todas las plataformas. La única serie de una cadena generalista que yo ahora te diría que la vieras, por salvar una, es 'La otra mirada'. Me parece que cuenta una historia, y la cuenta bien. Del resto de generalistas, no salvaría nada. De hecho, en ficción ha sido un mal año. No le he dado todavía una segunda oportunidad a 'Señoras del (h)AMPA'. Vi quince minutos y la quité. Entonces no puedo juzgarla, porque tengo mucho que ver y me da un poco de pereza.
En las plataformas, yo recomiendo mucho 'Hierro', de Movistar, porque Candela Peña siempre está bien, pero este papel me ha resultado especialmente destacable. Y la serie es una buena también, mucho más que digna, me ha gustado muchísimo. También por hablar de una serie española, que creo que hay que hablar.
Hay otra serie, si tienes hijos adolescentes o tú mismo lo eres, que es una adaptación de una serie noruega y se llama 'Skam', que me ha resultado especialmente interesante por la mirada que tiene hacia el formato. Es para un público muy determinado, pero yo, por ejemplo, que tengo una hija de 13 años, la he visto con ella y es un ejercicio interesante.
Un momento de verdadera felicidad para mí sería estar tumbada, ponerte con un mojito al lado y ver 'Paquita Salas' con tus amigos
Desde luego, 'Paquita Salas' tienes que ponerla en la lista, las tres temporadas. Un momento de verdadera felicidad para mí sería estar tumbada, ponerte con un mojito al lado y ver 'Paquita Salas' con tus amigos. Las tres temporadas, una detrás de otra. A mí me ha hecho reír, me parece que han hecho un trabajo espectacular en la tercera temporada. Estoy hablando, de momento, solo de series españolas, porque creo que son destacables.
De series de fuera, quien no la haya visto, no sé a qué está esperando a ver 'Chernobyl', que está en HBO. Recomiendo 'Years & Years', también en HBO, 'La víctima', que está en Filmin, 'The Marvelous Mrs. Maisel', de Amazon, y 'Fleabag', una serie británica también en Amazon. Con esto, ya nos habríamos hecho el verano. Y, por supuesto, las dos que aún no han acabado sus temporadas, pero yo estoy viendo capítulo por capítulo, que son 'The Handmaid's Tale' y ' Big Little Lies'.
¿Y recomiendas dosificarlas o hacer maratones?
Vamos a volver, por favor, al capítulo semanal. No nos peguemos atracones y así evitamos que nos explote la cabeza
Una cosa muy importante en televisión ahora mismo, que yo quiero enarbolar esa bandera: vamos a volver, por favor, al capítulo semanal. Aunque veamos series todos los días, pero mejor un capítulo de una serie, otro capítulo de otra serie, y así. No nos peguemos atracones, porque la ansiedad que te produce esperar al capítulo la semana siguiente te hace valorar más lo que vas a ver, disfrutarlo más, entenderlo más y, sobre todo, evitar que tu cabeza explote.
Yo, por ejemplo, ahora tengo tres ansiedades: esperar al lunes para 'Big Little Lies', el miércoles para 'El cuento de la criada', y el domingo para ver el segundo capítulo de 'El pionero'. En cambio, 'Paquita Salas', que tanto me gusta, me lo zampé en una tarde. Creo que ese concepto debemos empezar a volver a manejarlo, porque es un poco volver al mundo analógico y a la tele convencional, pero tiene su punto. Conozco a mucha gente que me dice que no se ve tal serie porque está esperando a que acabe entera para hacerse el maratón.
La periodista Mariola Cubells
Me parece injusto que a la tele convencional se la esté dando tanto de lado, como si ahora las plataformas hubieran descubierto la ficción
¿Crees que la llegada de las nuevas plataformas perjudica a las teles generalistas? Me refiero a que cualquier serie de una generalista va a acabar en laguna plataforma, entonces tendemos a esperar para verla de golpe.
Yo creo que ha llegado el momento en que todo el mundo tiene claro que se necesitan mutuamente. Me gustaría que todos tuviésemos claro, industria incluida, que sin el esfuerzo que ha hecho la tele tradicional no podríamos estar aquí. Me parece injusto que a la tele convencional se la esté dando tanto de lado, como si ahora las plataformas hubieran descubierto la ficción. La ficción es la que es porque la tele tradicional era la única que hacía ficción. La tele tradicional curtía a los guionistas y a los directores, generaba una pequeña industria y, gracias a eso, mientras los directores de cine miraban por encima del hombro todo lo que hacía la televisión, ahora se han apuntado al carro. Pero les ha costado, porque se dan cuenta que si se circunscriben al cine, no tienen contenido.
'Siete vidas' es el germen de una comedia de la que ahora podemos disfrutar, y que sin 'Siete vidas' probablemente no habríamos hecho después 'Aída' o tantas y tantas series de humor. O 'Aquí no hay quien viva'. Es decir, hubo pioneros en esto, y salieron de la tele tradicional. Porque hablamos mucho, por ejemplo, de Canal+, y Canal+ hizo solo una serie, 'Crematorio'. La gran plataforma premium, y solo hizo una serie. Fueron las otras las que estaban ahí.
Yo no creo en frases apocalípticas del tipo "En 20 años la tele generalista habrá muerto"
¿Hacia dónde crees que va la tele generalista o hacia dónde tiene que evolucionar?
Esta es una pregunta sobre la que yo tengo más dudas que certezas. Cada vez que hablo con colegas, con expertos o directivos, me quedo todavía más desconcertada. Yo creo que van a convivir. Va a haber grandes alianzas entre unos y otros. Yo no creo en frases apocalípticas del tipo "En 20 años la tele generalista habrá muerto". Sí que es verdad que el consumo cambiará radicalmente, pero ahora mismo, que nos creemos que ya nadie ve la tele convencional, el último dato de una empresa que mide audiencias era que el 68% ve televisión en abierto, aunque no sea en directo.
Entonces yo creo que van a convivir, que la tele generalista tendrá que aliarse para poder hacer ficción, porque no le quedará otra, y creo que estos acuerdos de saltar de una plataforma a otra va a ser bueno para todos. Ya está ocurriendo y yo creo que funciona. Pienso que la tele generalista va a quedar para cosas muy puntuales, como la televisión en directo: las galas, los acontecimientos deportivos, determinados acontecimientos informativos, algún programa de entretenimiento... Pero, sobre todo, el directo, que es su única baza, con la que las plataformas no pueden. Creo que, además, se adaptarán al medio, igual que se han adaptado a que la tele la puedas ver también en Internet. Y a los anunciantes les pasará lo mismo, tendrán que adaptar su manera de hacer publicidad.
Hacer una buena serie es difícil pero hacer una mala serie es imposible porque ya no te la va a comprar prácticamente nadie
Porque no nos tenemos que olvidar que hace falta ingresos...
Esa es otra. Toda esta fiesta la tiene que pagar alguien. 150 millones de hogares españoles pagan 11 euros al mes por ver Netflix. Mientras, Telecinco tiene publicidad porque alguien tiene que pagar esa serie. La llegada de las plataformas lo que ha hecho también es introducir nuevas narrativas y colocar el listón muy alto en general, ¿eh? Luego hay mierdas. Entonces ya no le puedes dar gato por liebre a la gente y hacer malas series. Hacer una buena serie es difícil pero hacer una mala serie es imposible porque ya no te la va a comprar prácticamente nadie. Luego la serie te puede gustar más o menos, pero me refiero a la factura, a las actuaciones... O sea ya no puedes hacer 'El Continental' porque mira lo que ha pasado ni 'Secretos de Estado', que era una mierda que no se creía nadie. O una serie aburrida, sin sentido. Eso ya no se puede permitir en la televisión generalista.
'Un, dos, tres' tuvo una segunda oportunidad y fue una hostia en toda la cara
Nombrabas antes el entretenimiento y muchas veces, casi si pensar, decimos: "Tendría que volver tal programa", como 'El diario de Patricia', el 'Un, dos, tres... responda otra vez'.
Se nos calienta la boca muchísimo. 'Un, dos, tres... responda otra vez' tuvo una segunda oportunidad y fue una hostia en toda la cara. Ahora no tendría cabida en la televisión. Luego hay otras cosas que debemos tener muy claritas. Hay determinados programas de entretenimiento, por ejemplo 'Late Motiv' en #0, que no tendrían cabida en la televisión generalista. No las vería nadie o muy poca gente. Es así de triste. También porque la tele generalista tiró esa toalla. No ha habido una tele pública fuerte para hacer un buen late, que se haya esforzado durante años para crear a sus propios iconos. ¿Cómo es posible que nuestra tele pública no tenga caras o referentes? Movistar tiene sesenta: Andreu Buenafuente, Iñaki Gabilondo, David Broncano, Javier Coronas... Profesionales reputados además que hacen buena tele. No te estoy hablando de gente popular como Anne Igartiburu o Ana Blanco, sino de referentes. No tiene porque ha echado a perder ese potencial. Entonces creo que en ese sentido el entretenimiento lo tiene mal.
Mariola Cubells, en el documental 'El caso Alcàsser'
Estuve leyendo el otro día el texto que escribiste sobre cómo estuviste involucrada en el caso Alcàsser.
Sí, cuando se cumplieron 25 años del caso, hace dos años, escribí el de "Nieves Herrero nunca estuvo sola" y lo recomiendo. Yo no sabía lo que iba a venir (el documental). En ese momento fui una especie de visionaria y espero equivocarme, pero tengo mucho miedo de que todo se dispare ahora otra vez.
Está muy bien, sobre todo para la gente que nos gusta la tele, ver cómo se trató todo el tema mediáticamente.
Sí, sí, yo tengo miedo de que de pronto volvamos al origen.
Cómo se trató todo lo de Alcàsser en la tele esto no se vuelve hacer porque ahora la alarma social y las hostias que caerían lo haría inviable
Pero pasa, ¿no?
Sí, pero digo con Alcàsser, me aterroriza. Estamos en el origen. Yo tengo una teoría: no se cometen las desmesuras de aquel caso, aunque se cometen otras. Pero no se cometen esas desmesuras exactas, no porque aquello nos llevara a reflexionar, como bien se ha demostrado estos años que no se ha reflexionado nada, o por haber hecho un propósito de enmienda todos, desde los medios, para decir: "No se puede llevar a los padres al plató". En la tele esto no se vuelve hacer porque ahora la alarma social, las hostias que caerían y el foco tan potente que tiene sobre ellos hace inviable esto.
¿Porque habría boicot?
No solo boicot, sino que el ruido que provocaría sería tan intenso que ya no compensa, ya es tan injustificable eso... Se ha creado un estado de opinión en contra de ese modelo televisivo, hablo de las cosas exactas que hicimos y se dijeron esos años. Se han hecho barbaridades con el "Caso Julen", sí, pero incluso haciéndose barbaridades no se han hecho tantas como en aquellos años.
Los espectadores hemos cambiado, pero no por propósito de enmienda ni por reflexión personal
Entonces un poquito sí que hemos cambiado, ¿no?
Pero no por propósito de enmienda ni por reflexión personal. Es como lo de Madrid Central: ¿la gente ha dejado de ir con su coche porque consideren que eso es bueno para el medio ambiente? No, han dejado de ir con su coche porque le ponen una la multa. En cuanto la multa se ha ido fuera, la gente ha vuelto.
Y ya no importa la contaminación.
Demuestra que tenemos que acabar con la humanidad, evidentemente. Pero como de momento eso no podemos hacerlo, pues ahí estamos. Entonces en este caso lo mismo, si se levantara el pie del freno y los medios de comunicación supieran que no habría nadie, ningún crítico, medio de comunicación, articulo sesudo, espectador o asociación denunciando un comportamiento deleznable en la tele relacionado con el "Caso Julen" o Marta del Castillo, no habría ningún problema y volveríamos al descuartizamiento y a volver a hacer un juicio paralelo.
Entonces, sí que hemos cambiado a los espectadores. Pero tampoco podemos culpar únicamente a las teles del caso de Alcàsser, sino también a los espectadores que éramos los que estábamos viéndolo.
Esa es la gran pregunta. Sí, pero eso no se lo puedes pedir al espectador porque ese tipo de televisión se condimenta tan bien para que tú no puedas apartar la mirada, que hay que tener un criterio... No todo el mundo es igual frente a la tele, esto cuando lo digo hay determinados imbéciles (que hacen la televisión), por decirlo en bruto, que me acusan de elitista, cuando los elitistas son ellos. Dicen que estoy dando por sentado que hay una clase intelectual que ve la tele de una determinada manera y otra clase no intelectual o más débil social económica e intelectualmente, que la hay, viendo la tele en ese mismo espacio.
El espectador puede tener la culpa pero los que hacen la tele tienen el dolo, la culpa sabiendo que estás haciendo mal
No todo el mundo es igual viendo la tele, no todo el mundo tiene la misma capacidad para discernir lo que está bien, lo que está mal... Hay un ejemplo que siempre pongo ante preguntas sobre la culpabilidad del espectador: el espectador puede tener la culpa pero los que hacen la tele tienen el dolo, la culpa sabiendo que estás haciendo mal. Hay un ejemplo muy gráfico: cuando tú vas por la calle con un niño y hay una discusión violenta o un accidente de tráfico, algo verdaderamente exagerado, y tú, instintivamente, te vuelves a mirar. Solo si eres un adulto, tu sentido cínico, tu educación, tu pudor hace que tú apartes la mirada porque sabes que no está bien seguir mirando, mientras que el niño no aparta la mirada y le tienes que decir que deje de mirar, porque el niño es ingenuo, es naïf y sigue mirando porque le obnubila lo que esta viendo. Él solo tiene esos instintos primarios que tú también tienes pero ya educados.
El tipo de tele que hacíamos cuando ocurrió lo de Alcàsser va dirigido a los instintos más primarios, a los impulsos más primitivos que tenemos todos
Ese tipo de televisión va dirigido a los instintos más primarios, a los impulsos más primitivos que tenemos todos, y tú, cuando estás haciendo esa tele, lo sabes. La haces así para eso, yo la hacía así para eso, sabiendo en que momento esa señora iba a llorar y el espectador se iba a quedar. Al final del artículo que citas cuento una cosa, que me volvió el día que Ramón Campos me hizo la entrevista para el documental, de cuando yo volví al lugar donde se había hecho el programa. Yo en aquel momento trabajaba en prensa, no había hecho todavía Alcàsser, y recuerdo haber ido a casa de Rosa Folch con el cámara...
Y quisiste grabarla llorando abrazada al peluche.
Sí, ese momento es tu culpa, no la del espectador que se va a quedar mirando cómo la señora llora. ¿Cómo no te vas a quedar mirando eso? Es imposible. En cambio, yo que soy la periodista estupenda, estoy allí con el cámara, que además el otro día lo repasé con él, y me decía que se acordaba de nuestra mirada: yo levante la vista, él me miro e hizo una especie de asentimiento y en mi cabeza estaba la frase de: "Por favor, que esté grabando". Esto lo he hecho yo, no tiene que venir nadie a decirme cómo es. Yo en mi fuero interno sé que voy a llegar a la redacción y mi jefe va a celebrar ese momento televisivo. Es así. ¿Es necesario ese momento? No.
Todo el tema de Alcàsser, o cualquier otro tema de sucesos, está contado en 15 minutos de televisión. Pon que luego se hace un "true crime" como el de 'El caso Alcàsser', pero si tú lo quiere sintetizar todo y resumir, en 15 minutos está contado: desaparecen unas niñas, no se sabe dónde están, se encuentran los cuerpos, se detienen a los culpables, uno de ellos se escapa y al otro se le juzga, se le condena y se mete en prisión. Punto pelota. ¿Hay algo más? Se cuenta qué pasó con el que se escapa, que la investigación sigue en marcha y que el otro sigue cumpliendo condena. Informativamente hablando y que aporte algo a la sociedad no hay nada más.
Eso es el crimen y luego está el caso.
Claro, pero esto lo vemos en los boletines de radio como el Caso Julen. Nosotros en La SER y en todas partes abríamos con ello. Es que me molesta el rollo televisivo de: "También lo dan en prensa". Sí, pero el soporte hace mucho, el dedicarle horas y horas de televisión a un tema hace que la gente crea que ese tema es súper importante y que tienen que saberlo todo sobre ese tema, y eso es mentira. Pasa con la basura, con la prensa rosa, con todo...
Yo decidí dejar la mala televisión que hacía, por decirlo de alguna manera, hace muchos años
Para acabar, ¿por qué decides tu ahora participar en el documental? ¿Y por qué crees que otros, como Nieves Herero, no han querido participar?
Yo decidí dejar la mala televisión que hacía, por decirlo de alguna manera, hace muchos años. Yo un día decidí que se había acabado y entonces escribí mi primer libro, desde las tripas, que se llama "Mírame tonto" y contaba cómo era mi historia televisiva y la de otros muchos colegas, un libro escrito con sarcasmo y contando las tripas de la tele. Aquello fue el inicio de una manera de ser periodista.
Ya no tengo ningún pudor en contar las tripas de la tele, aunque es verdad que en este caso concreto me afecta más porque yo me he comido 'El caso Alcàsser' en distintos momentos, en el periódico cuando aparecieron y luego ya en la televisión cuando fue 'El jui d'Alcàsser' en Canal 9. Yo decido participar porque a Ramón Campos y Bambú les he seguido con todo lo que han hecho en este género, les había seguido ya con 'El caso Asunta" y merecen mi confianza él y su equipo. Yo ya he escrito sobre este tema, ya he contado lo que hice, no soy de las que dio la cara pero estuve meses y meses haciendo 'El jui d'Alcàsser', programa que estuvo diariamente durante meses. Para mí no es nuevo salir a contarlo, ya lo he hecho en charlas y universidades, y no tengo ninguna duda, incluso me parece que es un ejercicio en el que quizá el mensaje que lanzas es muy positivo para nuevas generaciones, aunque Paco Lobatón en este caso se queda entre medias, de sí pero no, pero al menos sale ahí y da la cara. No tengo ningún problema porque todo el mundo lo sabe, ya lo he contado muchas veces, pero me parece mejor entonar ese "mea culpa" y decir: "Chavales, nos equivocamos todos, no solo Nieves Herrero. No le eches la culpa de todo, ella fue una más".
Yo cuido mucho mis apariciones televisivas, no voy a mierdas"
En el documental aparece que también estaban Manuel Campo Vidal y Olga Viza, entre otros.
Todos. Los que salen ahí y los que no salen porque había directivos de periódico, directores de radio y jefes de secciones de sucesos de todo el país pidiendo carne. Es muy injusto que se lo lleve todo una sola persona. Yo soy analista de televisión y a Ramón le parecía que mi opinión era importante. No tuve ninguna duda ni ningún problema, y eso que yo cuido mucho mis apariciones televisivas, no voy a mierdas, no hago cosas malas porque no puedo, lo único que tengo es libertad y reputación.
Supongo que dar la cara y contar que la cagaste es complicado
Yo lo estudió mucho, si a mi me piden en determinados programas que vaya a contar esto no iría nunca, no iría a 'Viva la vida' a contar esto. Pero yo sé que Ramón nos iba a tratar de una determinada manera como cuando hablamos de esto en '¿Dónde estabas entonces?', que también Ana Pastor me preguntó, pero son cosas concretas que yo no tengo ningún problema en contestar porque llevo muchos años a calzón quitado y contando las cosas tal como son. Esto genera controversia, sí, pero es que es necesaria para hablar de ciertos temas. ¿El resto por qué no ha salido? Supongo que salir a contar que la cagaste es complicado, no lo sé, porque no entiendo qué impide a una persona que ya está asentada, como Manuel Campo Vidal, salir ahí y decir: "Sí, aquello fue así, se nos fue de las manos, no conocíamos realmente esa dimensión". Y ya está, el mensaje que tú lanzas es: Se puede no hacer, se pueden hacer las cosas de otra manera, la tele se puede hacer bien.