ENTREVISTA

Marisa y Cristina Zapata ('First Dates'): "Sí nos separaríamos en otros programas, somos gemelas, no siamesas"

Entrevistamos a las míticas gemelas camareras del dating show de Cuatro presentado por Carlos Sobera.

Mediaset España

Por Alejandro Burrueco Marín El 4 de Diciembre 2024 | 14:08

Marisa y Cristina Zapata, las gemelas de 'First Dates', ya son rostros míticos en el programa de citas de Cuatro conducido por Carlos Sobera. Ambas se incorporaron en la segunda edición del programa y desde entonces han vivido miles de historias con los comensales del restaurante más famoso de la televisión. Hemos podido entrevistarlas y hablar con ellas sobre su experiencia en el formato y la llegada de futuros proyectos.

'First Dates' ha cumplido 2.000 programas

¿Cómo es llevar tanto tiempo en 'First Dates'?

Marisa Zapata: Pues un sueño hecho realidad, porque toda la vida luchando por una profesión y que de repente entremos en un programa donde además sea tan positivo, se dé tanto amor, sea tan bonito y que la gente lo reciba de esa manera tan maravillosa.

Cristina Zapata: La verdad es que cuando empezamos no sabíamos realmente qué tipo de programa iba a ser, cómo iba a funcionar y cómo se lo iba a tomar el público. Ha sido una aceptación tan bonita desde el principio. Todo el equipo trabaja muy bien y estamos muy contentas de estar aquí y formar parte del amor.

¿Habéis echado de menos participar en 'First Dates Hotel'? ¿Cómo ha sido verlo desde fuera?

M. Z.: Siempre es un poco raro, porque dices: "Ese es mi formato, donde yo trabajo". Pero bueno, felices de que haya cabida para todos.

C. Z.: Al final si trabaja más gente, más gente que es feliz y, aunque sea de una forma egoísta, si todo el mundo es feliz te va a repercutir de alguna manera. Así que vamos a luchar por que la felicidad llegue a todo el mundo.

M. Z.: Que haya trabajo para todos.

C. Z.: Sí, que haya más formatos, trabajo para todos y más amor.

¿Qué anécdota recordáis en especial de algún comensal?

C. Z.: Siempre decimos que un señor de mi pueblo nos impactó mucho porque era muy mayor y vino de Fregenal de la Sierra, que está al sur de Badajoz, donde no hay trenes. Se vino en autobús muchísimas horas, solo, con 85 años, porque quería encontrar a alguien. Le preparamos una cita maravillosa. El chico le cantó con la guitarra y fue muy emotivo.

M. Z.: Fue muy emocionante, acabamos llorando.

M. Z.: Pero fue una experiencia maravillosa.

C. Z.: Sí, ojalá que sigan viniendo, porque nunca hay que perder la esperanza.

C. Z.: Sí que nos separaríamos en otros programas, porque somos gemelas, pero no siamesas. De hecho, ha habido momentos que por enfermedad hemos tenido que estar fuera y no pasa nada, se sigue trabajando. Es un programa que va solo. Es muy fácil, ya va muy rodado.

M. Z.: Las oportunidades laborales no sabes nunca cuándo te van a llegar y si seguimos trabajando juntas aquí genial, pero si en un momento dado tuviéramos que irnos por separado a otro programa se valoraría.

Con la experiencia que habéis adquirido, ¿pondríais la mano en el fuego por alguna pareja que sabéis que va a funcionar a primera vista?

M. Z.: Se nota muchas veces cuando hay ese "feeling", ese amor a primera vista. Ahora el amor es mucho más que un rollo que te atraiga sexualmente o físicamente. Eso es una cosa, el amor hay que construirlo y es mucho más grande que todo eso. Sí que a veces se nota cuando hay ese chispazo desde el principio, que decimos: "Guau, cómo se miran".

C. Z.: Sí, cómo se miran, cómo se hablan, cómo se sonríen... Pero viceversa también, a veces dices: "Aquí no hay 'feeling' que vayan acabando rápido, porque esto...".

¿Os habéis planteado participar en alguno de los realities de Mediaset?

M. Z.: Sí, nos lo hemos planteado.

¿Qué es lo que más habéis aprendido en estos casi 9 años de programa?

C. Z.: Uno de los éxitos del programa es la diversidad, el poder aceptar a todo el mundo tal y como es, su forma de sentir, de amar y ver el amor.

M. Z.: Sí, su forma de expresarse. Hemos descubierto un abanico de posibilidades que yo estoy flipando y estoy alucinada totalmente. De pensar en una relación la típica a monógama a tener tanta variedad y siempre con respeto, porque la gente viene y lo dice, que eso es importante, que los dos estén de acuerdo.

C. Z.: Sobre todo a no juzgar. Uno se acuesta y se levanta con quien le da la gana y eso no debería afectar en ningún ámbito de la vida. A quién le importa si tú eres oficinista que te acuestes con dos, tres o un caballo. Cada uno que haga lo que quiera. Si le nace vivir en un poliamor o es heterosexual u homosexual, como quieran. ¿Quiénes somos los demás para juzgar eso?

M. Z.: Libertad, que diría William Wallace.