Marisa espanta a su cita de 'First Dates': "Me gustan sumisos; mi pareja tiene que ser como un perro"

Los comensales de 'First Dates' nunca dejan de sorprender. El programa hace propio el dicho de "siempre hay un roto para un descosido" y reúne a las parejas más diferentes pero parecidas entre sí, aunque no siempre con un buen resultado. En esta ocasión la cita de Marisa con Johnny no ha tenido un buen resultado, pues el rol dominante de ella parece no haber encajado con él. Pero tampoco parece que él haya terminado de entender muy bien la actitud de ella.

Marisa llegaba al programa definiéndose como "bastante estrambótica" y "rara", y así lo demostró. En cuanto a hombres, ella le dejaba claro a Carlos Sobera sus gustos: "Me gusta preferiblemente que sean femeninos y si se visten de mujer... Y sumisos, si pueden ser sumisos mejor, porque yo soy bastante dominante". Ella reconoce que sus prácticas no son comunes, pues rol en la relación y las practicas que ella realiza no son para cualquiera: "Me pongo una máscara oscura negra, me pongo mis guantes, me visto toda de negro. Para crear una atmósfera siniestra".

Y la cosa no quedaba ahí, pues al margen de estas actividades que ella afirma que no están relacionadas con el sexo, pide "un tío que sea solo para ella". "Yo no soy fiel, soy leal. Necesito un tío que sea solo para mí. Completamente. Un perro arrastrado a mis pies", asegura Marisa. Pero no se cortó en la cita a la hora de hablar con Johnny y le pide si le puede dar de comer como "una prueba para ver si se deja humillar".

"Yo no tendría una segunda cita, aunque sí querría quedar para follar"

La cita también trató otros temas, aunque todos con toques dominación por parte de ella para tantear el nivel de sumisión que podría tener él. A Johnny no le interesa nada la política, mientras que ella se declara abiertamente de derechas, pero esto no supone un problema para Marisa: "Si eres moldeable y te adaptas a mí, bien". Él no sale de su asombro, pero ella le aclara que su pareja "tiene que ser lo más parecido a un perro".

El problema de Marisa que Johnny ha encontrado es que no se ha creído su papel: "He querido pensar que quiere llamar la atención, aunque realmente es una de las cosas que no me he creído. No me he creído que sea ama, aunque me molaría muchísimo. Y tampoco me he creído que sea de ultraderecha, porque su mirada me ha dicho que es muy persona". En la resolución de la cena Marisa lo ha rechazado porque no es suficientemente sumiso, pero Johnny lo tenía claro: "Yo no tendría una segunda cita, aunque sí estoy seguro que querría quedar contigo para follar". Pero parece que el hombre interpretó mal las intenciones de Marisa, pues nunca dijo que sus prácticas estuvieran relacionadas con el sexo: "Lo que yo busco no es lo que tú me has propuesto".