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¿Por qué se retiró Marisol de la vida pública?

Recordamos la historia de una niña prodigio a la que arrebataron su infancia para convertirla en un objeto de consumo.

Por Azucena PereiraPublicado: Martes 4 Febrero 2020 11:22 | Última actualización: Martes 4 Febrero 2020 11:22

El 4 de febrero de 1948 llegaba al mundo Pepa Flores, más conocida como Marisol. Por aquel entonces nadie imaginaba que aquella pequeña de ojos azules y cara angelical iba a convertirse en uno de los rostros más conocidos de nuestro país. En concreto, su carrera comenzó a los 11 años, momento en el que el productor y representante de artistas Manuel José Goyanes Martínez la descubrió cuando actuaba con el grupo Coros y Danzas de su Málaga natal. A partir de ese instante su vocación por la interpretación se precipitó y pronto se convirtió en uno de los símbolos más importantes del cine y de la música en las décadas de los 60 y 70.

Con el paso del tiempo y tras saborear las mieles del éxito y probar el lado más amargo de la fama, Pepa Flores decidió poner punto final a Marisol y comenzar una nueva vida alejada del foco mediático. Así pues, aunque jamás se olvidará su pasado como niña prodigio y seguirá siendo un referente para generaciones venideras, Flores optó por centrarse en su familia y trasladarse a una tranquila localidad donde ha logrado encontrar la paz y la calma de la que le privaron a una temprana edad. Desde FormulaTV queremos analizar los motivos que llevaron a Pepa Flores a retirarse de la vida pública tras unos inicios en el mundo de la interpretación y de la música que auguraban una extensa y prolífica trayectoria de por vida.

La niña prodigio a la que arrebataron su infancia

Marisol en una de sus películas

Marisol en una de sus películas

La casualidad quiso que Marisol se topara en su camino con Manuel Goyanes, quien puso el ojo en la pequeña e hizo de ella toda una estrella. Como la propia Pepa Flores relató en una entrevista a su amigo y periodista José Luis Morales para Interviú, el productor la acogió en su casa de Madrid como una más de la familia con tal de concederle la oportunidad de desarrollarse como artista, pues sabía que su forma de desenvolverse en el escenario, su dulce voz, la ternura de su rostro, la pureza de su mirada y su don para la interpretación no pasaban desapercibidos.

No obstante, decidió por cuenta propia que la pequeña tenía que sufrir una serie de modificaciones. Fue él quien le cambió el nombre, le tiñó el pelo de rubio e incluso le operó la nariz con apenas 16 años. "Yo estaba como secuestrada. Cuando, ya siendo mayor quería conocer chicos, me lo prohibían. Y si de los que conocía me gustaba alguno, me lo aislaban inmediatamente. Yo era intocable, ¿entiendes? Era su negocio", cuenta Flores en dicha entrevista.

De este modo, su debut en la gran pantalla tuvo lugar en 1960, cuando fue la elegida para protagonizar "Un rayo de luz", interpretación que le valió el premio a la mejor actriz infantil en la Mostra de Venecia. Rápidamente comenzó a trabajar en multitud de películas y a viajar por toda España e incluso por el extranjero, un sueño para muchas personas que anhelan convertirse en artista. Sin embargo, la pequeña Marisol fue creciendo sin tener la oportunidad de disfrutar y divertirse como cualquier otra niña y adolescente de su edad.

De hecho, su vida sentimental también estuvo ligada a Goyanes, pues una todavía joven Marisol contrajo matrimonio con uno de sus hijos, aunque la relación duró solo tres años. Tiempo después conocería a Antonio Gades, padre de sus tres hijas y uno de los que la animaron a dejar atrás la figura de Marisol para darle más importancia a Pepa Flores. No obstante, no permaneció durante mucho más tiempo ante las cámaras, pues a finales de los años 90 decidió que había llegado el momento de retirarse y descansar.

Un objeto de consumo

Marisol

Marisol

Además de anteponer la fama a una vida normal y corriente como la de cualquier otra niña, Marisol se convirtió en un objeto de consumo. Horas de trabajo, viajes incesantes, largas jornadas de rodaje, sesiones fotográficas, campañas publicitarias y compromisos que le obligaban a actuar y a posar delante de una cámara o un micrófono constantemente eran el pan de cada día de la joven. De este modo, los intereses económicos primaban por encima del bienestar personal de Marisol, cuya figura pasó a ser un producto del que muchos querían sacar provecho.

El séptimo arte fue el principal canal con el que Marisol pudo desarrollarse como artista, pero la música iba muy ligada a muchas de sus interpretaciones y a las películas que protagonizaba, por lo que también tuvo la oportunidad de grabar numerosas canciones. Además, fue la primera representante española en participar en el Festival de la OTI, donde en el año 1972 consiguió clasificarse en tercera posición gracias al tema titulado "Niña". Aunque el cine fue la principal plataforma a través de la cual sacaron partido de las cualidades interpretativas de Marisol, no fue el único medio con el que intentaron que la niña prodigio fuese lo más rentable posible.

Abusos y acoso

Pepa Flores, Marisol

Pepa Flores, Marisol

Aunque todo parecía felicidad en la vida de Marisol y en todo lo que le rodeaba, pues querían vender esa imagen de chica normal y alegre, su carrera no fue un camino de rosas. De hecho, en su conversación con Morales, ella misma relató que sufrió diversas palizas por parte de la amante de un empresario que la contrató a ella y a otros ocho niños con los que formaba un grupo musical. "Me tenía ojeriza, y no sé por qué todavía. En Lérida me dio tal paliza que me dejó el cuerpo como el de un nazareno", narra Flores. Igualmente, explicó cómo durante su infancia la llevaban a un chalé donde había "gente importante, gente del régimen", que acudía para verla desnuda a ella y a otros niños.

Asimismo, durante una sesión fotográfica con un amigo de Goyanes, Flores reconoció que tuvo que soportar que el fotógrafo le desnudara y metiera mano por todo el cuerpo sin que ella pudiese quejarse. Más tarde descubrió en la cocina de la casa que compartía con la familia de su representante más imágenes de niñas desnudas con vendas en los ojos, una información que hicieron llegar a Goyanes, pero este hizo caso omiso. "En uno de aquellos días que estaba yo en el estudio, el fotógrafo este se puso a desnudarme, a meterme mano por todo el cuerpo y a preguntarme si ya me había hecho mujer. Yo estaba asombradita. Le tenía miedo a todo en aquella casa", explica Flores.

Además de esas situaciones horribles de tocamientos y miradas lascivas que vivió en primera persona cuando tan solo era una niña, Marisol ha reconocido que tenía prohibido quejarse si el resultado de su trabajo no era de su agrado o si las fotografías que le realizaban no le gustaban. Sin ir más lejos, ella misma relata a Morales que una vez tuvo que soportar una bronca de gran magnitud cuando tuvo la ocurrencia de decir que unas imágenes que le acababan de hacer no le agradaban.

Intentos de suicidio

Pepa Flores

Pepa Flores

Los abusos y el acoso sufrido hicieron mella poco a poco en Marisol, que comenzó a replantearse su existencia y a tentar a la muerte. La propia Pepa Flores afirmó mucho tiempo después durante la entrevista con Morales que había intentado quitarse la vida hasta en dos ocasiones. En ambas circunstancias tuvo la fortuna de que fue encontrada antes de que se produjera un fatal desenlace. El primero de ellos tuvo lugar en Barcelona, ciudad a la que se desplazó tras separarse de Carlos Goyanes. Allí consumió un frasco entero de Valium, pero fue descubierta a tiempo por una señora que atendía en su casa.

Por aquel entonces la prensa quiso esconder este incidente alegando que Marisol había sido operada de apendicitis, una intervención común con la que podían ocultar el verdadero estado en el que se encontraba Marisol tras años de padecimiento. Sin embargo, todo esto no impidió que tiempo después intentara quitarse la vida de nuevo. Como bien recuerda Flores, en esta ocasión se encontraba en Madrid, en la casa de una amiga. La desesperación se apoderó de una mujer a la que habían tratado como un objeto desde su infancia, obligándole a vivir una vida aparentemente de ensueño, pero que escondía muchos horrores.

El reconocimiento de toda la industria

Celia, Tamara y María, hijas de Marisol, recogen el Goya de honor 2020

Celia, Tamara y María, hijas de Marisol, recogen el Goya de honor 2020

Si hay algo que nadie duda es que Marisol marcó un hito en el panorama cinematográfico y musical español. Sus decenas de apariciones en películas y la multitud de canciones grabadas en diversos idiomas avalan su fama, un éxito que es indiscutible. Además, aquella niña se ganó el cariño de millones de seguidores que disfrutaban contemplándola actuar y cantar delante de la cámara, pero también fue y sigue siendo un ejemplo para muchas mujeres que vieron en ella el camino a seguir. Una vez finalizó la dictadura, pudo desmarcarse del régimen franquista y participó activamente en defensa del comunismo y de marchas como la realizada contra la OTAN.

Por todas estas razones, a nadie le extrañó el homenaje que la Academia de Cine español quiso realizarle a la artista en 2020 como reconocimiento a su trayectoria. Flores descartó la posibilidad de acudir a recoger el Goya, pues prefiere continuar alejada del foco mediático y proseguir con su tranquila y apacible vida después de vivir durante años sin poder controlar y elegir lo que sucedía en su día a día. Fueron sus hijas, María Esteve, Celia Flores y Tamara, quienes subieron al escenario en su lugar. Las palabras de la mayor de las tres hermanas emocionaron a todos los presentes y a los espectadores, pues reflejaban el sentir de todas aquellas personas que disfrutaron en su momento con el buen hacer de la joven Marisol y que le guardan completa admiración.

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