'Todo es mentira' ha expuesto en directo las quejas de José Veira, alcalde de Los Morales en Sevilla, sobre el derroche de luminosidad que hay en un local en concreto del pueblo. El político ironizaba sobre que la sede del PSOE de Los Morales mantuviese un cartel luminoso durante toda la noche, sin tener en cuenta las nuevas medidas de ahorro.
El formato de La Fábrica de la Tele ha conectado en directo con el político para escuchar lo que tenía que decir: "Tener el luminoso encendido siempre ha sido algo normal, lo que en esta ocasión es algo incoherente con respecto a lo que en Madrid mandan", opinó. El alcalde ha asegurado que no es "ningún escándalo", pero sí una incongruencia porque es lo que los superiores de su partido mandan.
José Veira en 'Todo es mentira'
Tras sus declaraciones, Marta Flich le ha preguntado si, a pesar de su opinión, la situación es coherente con el plan de ahorro que se ha implantado: "Yo es que este plan de ahorro que el gobierno se ha sacado de la chistera es algo que no comparto", respondió Veira sin reparo. El alcalde insistió en que no entendía por qué desde Madrid mandaban una cosa y el mismo partido no lo cumplía en el resto de ciudades.
La "incoherencia" que critica un alcalde en 'Todo es mentira'
Debido a su insistencia, la presentadora le preguntó de nuevo si había leído las medidas de ahorro para poder criticar el cartel luminoso, pero Veira adornaba la respuesta sin llegar a contestar lo que se le preguntaba. "Perdone que le insista, pero usted está denunciando esto; entonces, yo le pregunto si usted se ha leído la ley para saber si eso está permitido o no", volvió a insistir la conductora después de repetir la pregunta en varias ocasiones.
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Finalmente, el político hizo evidente la razón por la que estaba evadiendo la pregunta: "El decreto en sí y al completo... Me leí la parte que me interesaba". La comunicadora no le permitió terminar la frase y afirmó lo que todos pensaban: "Vamos, que no se la ha leído". El programa ha expuesto en directo el texto donde se recogía que los luminosos no entran dentro de la normativa que recoge qué edificios o escaparates deben ser apagados por la noche. Por lo que el alcalde, avergonzado, fue testigo de que estaba denunciado un hecho que, legalmente, no era reprochable.