'Plan de tarde' encaraba su tercera semana en emisión con una entrevista a Massiel justo en el día en el que se inauguraba la segunda edición del Benidorm Fest. Sin embargo, llamaba la atención el atuendo de la ganadora de Eurovisión, pues vestía un chándal y un abrigo y no dudaba en explicar las razones ante Toñi Moreno.
"No querían que saliera con abrigo, pero es que yo tengo mucho frío. He venido con un traje doblado con tres pares de zapatos, me he ido a poner los zapatos [...] y los pies, del frío que hace en esta casa del terror, se me han hecho más pequeños", explicaba con su habitual sentido del humor. "Yo he pensado: 'que se ponga lo que quiera porque hay un punto en la vida en la que una tiene que estar cómoda'", coincidía la presentadora.
Massiel en 'Plan de tarde'
"Con esta edad, Toñi, ¿yo qué tengo? ¿Edad de ser instagramer?", bromeaba Massiel, que hacía un alegato por la comodidad. "De ahora me quito, ahora me lo pongo, ahora anuncio... Yo no anuncio nada, yo no vendo nada. Yo quiero no acatarrarme y no tener frío. Nada más", soltaba, provocando las risas y los aplausos en plató.
Alegato por la sanidad pública
El momento más emotivo de la entrevista llegaba después de repasar su vida sentimental y que Moreno le preguntara por qué se había rendido en el amor. De repente, la cantante viraba el rumbo de la conversación y realizaba un alegato a favor de la sanidad pública. "Hay muchísima huelga ahora con esto de la Sanidad. La Sanidad tiene que ser universal, tenemos que tener muchas mejores ofertas laborales para que no se vaya la gente. Te quiero decir que es muy difícil el momento que estamos viviendo. Soy de las afortunadas que ha podido tener acceso a la sanidad privada porque he podido pagar siempre una compañía".
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Justo después de esas palabras, pronunciaba: "Pero desde aquí...". En ese momento, los ojos de Massiel comenzaban a llenarse de lágrimas y hacía un esfuerzo por continuar, agradeciendo la labor de los médicos del Hospital Oncológico de Sanchinarro, quienes han tratado a una persona cercana a ella. Con motivo de su llanto, recordaba que sufre una enfermedad en los ojos que podría dejarla ciega. "Tengo degeneración macular, yo soy tuerta, como la princesa de Éboli", comentaba con humor. "Tenía un 20% de visión y resulta que ahora tengo casi un 50% solo en un ojo. En el otro, si me tapo, no te veo, solo veo los colorines. [...] Pero vamos, estoy cojonuda".