'MasterChef 11' alcanzó su undécima entrega la noche del lunes 1 de mayo, en La 1, tras la expulsión de Leti hacia casi una semana. Una entrega que, tras las dos pruebas habituales, pareció dejar fuera del reality a Laura. No obstante, la aspirante recibió una segunda oportunidad al tener que enfrentarse a los dos últimos delantales negros del casting, Claudia y Albert, por un único puesto en el programa, que obtuvo la italiana al presentar un plato "bastante rico y bonito" en un desafío que debían replicar un plato mexicano de Roberto Ruiz.
La noche arrancó con una prueba en la que, por parejas y por relevos, debían elaborar la versión gourmet de la comida a domicilio que habían elegido a ciegas. "Ha habido tres parejas que no han sabido elaborar unos pedidos con la calidad que habíamos exigido. Hemos probado cosas difíciles de digerir", confesó Jordi Cruz, tras la cata, momento en el que nombró las parejas formadas por David y Ana, Camino y Laura, y Merce y Jotha. "En general no habéis entendido la prueba y, queriendo dar una vuelta a los platos, la habéis pifiado", añadía el juez, antes de anunciar que todos ellos recibirían un delantal negro que los conducía a la eliminatoria de la noche.
Laura, Claudia y Albert en la última prueba del undécimo programa de 'MasterChef 11'
En el lado contrario, el jurado destacó el trabajo de Jorge Juan y Luca, y Eneko y Ofelia, semifinalista de 'MasterChef 9', de las cuales la segunda fue coronada como la mejor del desafío. Los delantales negros de la noche se enfrentaron a la temida eliminatoria, centrada en la cocina mexicana y sus distintos tipos de chiles picantes: tendrían que elaborar platos libres, integrando dicho ingrediente y respetando los sabores de cada ingrediente manteniendo el equilibrio. Eneko fue el encargado de repartir los tipos de chile, en una prueba que dejó al borde del precipicio a Jotha, Merce y Laura: "El chile es un ingrediente con una gran variedad de aplicaciones en cocina y no lo habéis utilizado bien".
"Me ha llenado el alma"
La catalana fue anunciada como nueva expulsada, puesto que había presentado un plato más cerca de la cocina peruana que de la mexicana. Sin embargo, descubrió que tendría una segunda oportunidad para defender su puesto en el programa al enfrentarse a los dos últimos delantales negros del casting, Claudia y Albert. Los tres recibieron la tarea de replicar un plato mexicano del chef Roberto Ruiz, cuya dificultad provocó que la catalana presentara una elaboración "con defectillos", incluyendo una masa cruda a la que acompañaba una acidez que impedía que se apreciaran el resto de sabores.
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La siguiente fue Claudia, cuyo trabajo recibió bastantes más halagos que su rival, hasta ser tachado de "bastante rico y bonito", mientras que Albert cerró la cata con una masa cruda y una lista de errores que lo dejaron fuera del programa en primer lugar. De ese modo, el veredicto final se resolvió con la aceptación de la italiana, que dejaba fuera a Laura, dado que su plato había contado con más defectos: "Me siento triste por irme, pero contenta por esta experiencia que ha sido increíble". "Me ha llenado el alma, me ha sumado. He aprendido de cocina, sobre las personas y sobre mí misma", añadía la catalana, en su despedida, en medio de las lágrimas.