'MasterChef 7' se acerca cada vez más a su final y, por primera vez, los jueces otorgaron el preciado delantal dorado, con el que uno de los concursantes lograba la inmunidad. Además, el delantal también traía un "plus": la inclusión del plato elaborado en la carta del Restaurante MasterChef durante todo el verano. Un honor y una ventaja que, tras la primera prueba, se llevó Teresa por decisión de los jueces.
Teresa recibe el primer delantal dorado en 'MasterChef 7' de manos de Pepe Rodríguez
La concursante fue una de las concursantes que se mostró más entusiasmada al ver el delantal dorado antes de enfrentarse a la primera prueba del undécimo programa de 'MasterChef', en la que distintas carnes eran el principal ingrediente de cada plato. De hecho, la gallega señaló con entusiasmo el hecho de que, si lo conseguía, le iría genial con sus "pendientes y sus zapatillas dorados", algo que se acabó cumpliendo.
Tras conocer la decisión de los jueces, Teresa no fue capaz de ocultar su entusiasmo e incluso confesó estar "feliz como una perdiz", antes de recibir el preciado delantal, y la inmunidad, de manos de Pepe Rodríguez. Una actitud que contrastaba con la de Samira que, después de ser incapaz de acertar alguna de las carnes antes de comenzar a cocinar, recibió el delantal negro por parte de los jueces y, con ello, se quedó sin la posibilidad de optar al delantal dorado.
Una manzana un poquito envenenada
A pesar de las buenas noticias que trajo el delantal dorado, el premio de Teresa también tuvo una parte algo mala: durante la prueba grupal, además de elegir los equipos a formar y los platos de cada uno, la concursante era la encargada de actuar como jefa de los dos equipos que competían. Un papel al que Teresa se enfrentó poniendo su mejor actitud, aunque los momentos en los que sus compañeros no dejaron de llamarla de un lado y otro estuvieron a punto de desesperar a la concursante.
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La prueba acabó superando Teresa, quien al ver que solo Carlos se libró de la prueba eliminatoria, decidió enfrentarse a ella junto a sus compañeros, aunque sin jugarse su permanencia. Una petición que lanzó antes incluso de que los jueces anunciaran que coincidían con ella en dicha decisión. "Un capitán tiene que asumir las consecuencias", reconoció la aspirante, tajante, consciente de que su trabajo como capitana podría haber sido mejor.