La octava edición de 'MasterChef Celebrity' emitió su séptima entrega la noche del jueves 19 de octubre, tras la reincorporación de Miguel Diosdado en la repesca y la expulsión de Jorge Sanz. Una cita que, en esta ocasión, tras las pruebas habituales, puso fin al concurso de Eduardo Casanova, al fallar a la hora de replicar con éxito una complicada y floral tarta de gelatina y bizcocho.
La entrega arrancó con una petición aparentemente sencilla, concretamente, la elaboración por parte de los aspirantes de su respectivo plato estrella. No obstante, se añadió una notable dificultad: los aspirantes tuvieron que intercambiarse sus respectivas compras con los compañeros con los que compartían fila, lo que los descolocó por completo. A pesar de todo, Álvaro Escassi, Blanca Romero y Jorge Cadaval lograron adaptarse correctamente y se colocaron a la cabeza de un ranking que acabó liderando Escassi, seguido por Romero en el segundo puesto.
Para la prueba de exteriores, aspirantes y jueces se caracterizaron como personajes de 'La promesa', la popular serie diaria de La 1, para cuyos actores tuvieron que elaborar dos menús por equipos, liderados por los dos mejores aspirantes del primer reto. Excepto Jesulín de Ubrique y Cadaval, el resto eligió trabajar con Romero, quien tuvo que elegir a dos de sus compañeros para acompañar a Escassi: Daniel Illescas y Miguel Diosdado. Todo ello antes de una prueba en la que la baja temporal de Casanova por un corte en el dedo, junto con un cocinado tachado de "desastre", enviaron a Romero y sus compañeras a la eliminatoria.
"Me ha venido muy bien"
Romero, Casanova, Toñi Moreno y Laura Londoño fueron los protagonistas de una eliminatoria para la que solo la primera no consiguió tiempo extra de cocinado en un juego previo con magdalenas picantes. Los cuatro descubrieron entonces que tendrían que replicar una bonita y complicada tarta floral, con gelatina, reto que la colombiana no quiso evadir, a pesar de tener el pin de la inmunidad. Una prueba en la que Casanova ya despertó más de una carcajada entre los jueces, durante el cocinado, tanto por sus comentarios como por su caótico proceder con la receta.
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"No es en absoluto una buena tarta, ni la que habéis pedido. No sé si está buena", valoró Casanova, justo antes de la cata, tras lo cual describió su tarta como "absolutamente imperfecta, caótica, fea, de color rosa, un desastre, pero hecha con amor y única", algo con lo que coincidieron los jueces al probarla. "Me representa", añadió el actor, emocionado. "Está muy mala", confesaron los chefs, por lo que el aspirante no se mostró nada sorprendido al conocer su expulsión. "Este programa es muy fuerte, no solo aprendes a cocinar, sino que también te encuentras contigo mismo. Soy un tío muy feliz, pero el miedo es como una especie de capa que, a veces, me abraza. Y habérmela quitado, me ha venido muy bien", declaró Casanova, en su despedida.