'MasterChef Celebrity 8' alcanzó su octava entrega la noche del jueves 26 de octubre, en La 1, una semana después de la marcha de Eduardo Casanova. En esta ocasión, tras las pruebas de rigor, los aspirantes tuvieron que despedirse por segunda vez de Miguel Diosdado, a quien la repostería que lo había llevado a triunfar en la repesca, lo dejaba de nuevo fuera del talent culinario.
El programa arrancó con los más que míticos robos, en los que cada aspirante, por turnos, debía retirar un máximo de diez ingredientes de una o varias cestas de sus compañeros. En él, Jesulín de Ubrique resultó ser uno de los más perjudicados, mientras que la cesta de Blanca Romero apenas sufrió cambios. Aunque el torero fue favorecido Daniel Illescas, quien le entregó una caja de básicos que se había ganado por ser el mejor en el último reto, ocupó con su plato libre los últimos puestos, junto a Escassi. En el lado opuesto, Romero ascendía al segundo lugar, solo superada por un plato de Jorge Cadaval "sutil y delicioso".
Los aspirantes de 'MasterChef Celebrity 8' en el programa 8
En la prueba de exteriores, los aspirantes se dividieron en dos grupos capitaneados por Cadaval y Romero, los cuales tuvieron que elegir para su rival a aquellos aspirantes con los que no deseaban trabajar. No obstante, en un momento del cocinado, ambos capitanes se vieron sorprendidos al tener que cambiarse de equipo y verse obligados a dirigir a los compañeros que habían rechazado. Mientras que la actriz tomó las riendas con éxito, el humorista no corrió la misma suerte, por lo que recibió el delantal negro junto a Laura Londoño, Ubrique y Diosdado, quienes acababan en eliminación tras fallar en uno de sus platos.
"Esta vez me da un poco de rabia"
Antes de enfrentarse a la eliminatoria, los cuatro delantales negros tuvieron qué adivinar cuál de los dos objetos idénticos que se les presentaban era una tarta. Si acertaban, podrían utilizar los utensilios adecuados para elaborarlas réplicas de dichas elaboraciones, objetivo en el que solo falló Londoño, por lo que, ante la complejidad del reto y el riesgo de ser expulsada, decidió entregar el pin de la inmunidad, tras lo cual Illescas recibió el privilegio de repartir las tartas entre sus tres compañeros.
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El actor volvió a favorecer a Ubrique con la elaboración más sencilla, con forma de rollo de papel higiénico; mientras que Cadaval recibió una tarta con forma de bolso y, Diosdado, con forma de zanahoria y muslo de pollo, cuya estética quedó muy lejos del objeto original. A ello se sumó un bizcocho "poco hidratado, con poquito relleno", lejos de los grandes sabores de sus dos contrincantes, por lo que su expulsión no lo pilló por sorpresa. "La otra vez me dio muchísima pena y, esta vez, me da un poco de rabia, porque vas viendo cómo el programa está llegando al final y vas aprendiendo más cosas", confesó Diosdado, quien calificó el programa de "regalo".