La séptima edición de 'MasterChef Celebrity' emitió su segundo programa la noche del lunes 19 de septiembre, en la que los quince aspirantes que quedaban tras la primera expulsión de Emmanuel Esparza lucharon por seguir en el concurso una semana más. A pesar de los esfuerzos, Eduardo Rosa fue quien siguió finalmente los pasos de Esparza y tuvo que abandonar las cocinas, al elaborar un plato que quedaba muy lejos del de sus compañeros.
El primer reto de la noche consistía en cocinar por parejas, cada uno su plato, con la electricidad y el agua dependientes de cuánto pedalearan los aspirantes para mantenerlas, con Carmina Barrios y Ona Carbonell como invitadas. Esto propició que no todos los concursantes colaborasen de igual forma con su acompañante, en medio de una prueba en la que Rosa, Nico Abad, María Zurita y Xavier Deltell pincharon al presentar unos flojos platos, algunos de los cuales tuvieron incluso mal sabor a ojos de los chefs. En el lado opuesto, Daniela Santiago, Ruth Lorenzo, Pepe Barroso Jr. y Manuel Baqueiro encabezaron la clasificación, liderada por la primera, mientras que Barroso ocupó el segundo lugar.
Los aspirantes de 'MasterChef Celebrity 7' en el segundo programa
La victoria de Santiago supuso que, en la prueba de exteriores que tuvo lugar en El Palmeral de Elche, la actriz pudiera escoger con qué compañeros cocinar: María Escoté, Lorena Castell, baqueiro, Lorenzo, Norma Duval y Zurita. Mientras, Barroso trabajó con Abad, Deltell, Patricia Conde, Isabelle Junot, Fernando Andina y Rosa, quienes por desgracia no lograron superar a sus rivales tras una prueba en la que ambos equipos estaban bajo las órdenes de la chef Rakel Cernicharo. De ese modo, el equipo de Santiago evitó la temida eliminatoria, con Escoté como la concursante más destacada de la prueba, a pesar de una "lentitud y falta de ritmo" que lograron superar para presentar sus platos, al contrario que sus compañeros.
"Me he esforzado muchísimo y no lo he conseguido"
Para sorpresa de los aspirantes, el jurado dio la oportunidad a los delantales blancos de ponerse de acuerdo para salvar a uno de sus compañeros, suerte que corrió Deltell. Además, el jurado también otorgó el mismo privilegio al salvado, que se decantó por escoger a Barroso, lo que dejaba un enfrentamiento final entre cinco delantales negros, cuya labor fue elaborar platos relacionados con la cocina oriental, para lo que debían escoger ingredientes cuyas etiquetas estaban en japonés, con una desventaja: cuanto más tiempo pasaran en el supermercado, más tiempo de cocinado perderían. Ese fue, de hecho, el primer gran tropiezo de Rosa, puesto que, al contrario que sus compañeros, el actor pasó quince minutos muy perdido en busca de ingredientes.
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Ese mal arranque que redujo su tiempo de cocinado, en el que el sevillano apostó por unas elaboraciones que poco o nada tenían que ver con la cocina oriental. Ese detalle, junto al resultado general de su trabajo, dejó su plato muy lejos de los que presentaron el resto de aspirantes, por lo que los jueces ni siquiera se retiraron a deliberar antes de comunicar su expulsión. Sin embargo, dicha decisión no evitó que los chefs destacaran la buena actitud de Rosa, dado su esfuerzo y su lucha hasta el final. "Nunca jamás en mi vida he hecho algo tan bestia ni tan difícil, en el buen sentido de la palabra. Es la guerra, es absolutamente duro, emocional, es una disciplina totalmente desconocida para mí", declaró Rosa, en su último encuentro con Pepe Rodríguez, momento en el que reconoció que "nunca me había esforzado tanto y no he llegado a conseguirlo", al igual que "no había cocinado en mi vida", lo que no quitaba que se fuera "contento porque me he esforzado".