La décima temporada de 'MasterChef Junior' emitió su segunda entrega el martes 12 de diciembre, en La 1, tras la marcha de tres de sus aspirantes en el estreno del día anterior. Una nueva entrega en el que el resto de sus compañeros se enfrentaron a nuevos retos culinarios con los que trataron de conseguir el mayor número de puntos, algo que no alcanzaron Bruno, Álvaro y Pablo, los cuales fueron los siguientes en despedirse del programa.
Con la cuenta de nuevo a cero, los trece aspirantes que quedaban comenzaron la cita teniendo que buscar pistas que les conducían a los ingredientes que cada uno de ellos debían emplear en un plato a replicar, por parejas. Al ser un número impar, la suerte quiso que Loreto cocinara codo con codo con Álex, subcampeón de 'MasterChef 11' y exaspirante del junior, cuyo trabajo se ganó los elogios del jurado. No obstante, la máxima puntuación fue para Inés Poza e Indhira, gracias a un Wellington vegano que estuvo cerca de la excelencia. En el lado opuesto, Álvaro y Pablo; Sofía y Juana; e Ian y Bruno quedaron a la cola a causa de unos platos con fallos importantes.
Los aspirantes de 'MasterChef Junior 10' en el segundo programa
Con el Parque de las Ciencias de Andalucía, situado en Granada, como escenario, los aspirantes se dividieron en dos equipos: Estanis, Juan, Inés, Jesús, Inés Cantero y Álvaro trabajaron bajo el mando de Inés, mientras que Sofía, Mario, Loreto, Pablo y Bruno fueron los elegidos de Indhira. A pesar de que consiguieron sacar los platos con el apoyo de Pepe Rodríguez y Jordi Cruz Mas, los "errores importantes" de ambos equipos llevaron al jurado a anunciar un empate que envió a todos los aspirantes a la prueba final tras sumar tres puntos cada uno, salvo Inés e Indhira, puesto que estaban a la cabeza de la clasificación con nueve puntos.
Un aprobado que no bastó
Antes de la última prueba, los aspirantes jugaron a adivinar películas y, dado que Inés Cantero fue la que más acertó, recayó en ella la tarea de repartir distintas frutas entre sus compañeros para elaborar un plato libre con chocolate. Un reto en el que Bruno se mostró muy consciente de su marcha en la cata, donde los jueces calificaron su plato de "amasijo", aunque se deshicieron en halagos hacia su actitud optimista. No obstante, eso no lo libró de recibir un punto, lo que lo dejó fuera del talent culinario.
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En el caso Pablo, el aspirante apenas podía contener el llanto desde que presentó su trabajo, con el que dejó claro a los jueces que era "creativo, que ha arriesgado mucho y no ha sabido resolverlo bien", razón por la que solo sumó dos puntos con los que también tuvo que despedirse del programa. A ellos se sumó Álvaro quien, a pesar de recibir cinco puntos por haber "cocinado tranquilo y confiado", no acumuló los suficientes como para evitar la expulsión. "Me esperaba menos", confesó el aspirante, al conocer su puntuación.