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Dos semanas después de la última entrega de 'MasterChef 10', el talent culinario regresó con una nueva entrega la noche del lunes 13 de junio, en La 1. Como en cada programa, los aspirantes se enfrentaron a nuevos retos para tratar de permanecer en la edición una semana más, rumbo a la gran final. Un objetivo que, por desgracia, Yannick no logró cumplir al ser el eliminado de la noche tras fallar en la reproducción del plato "poulet de Bresse en vessie", que lo dejó en la cuerda floja con una Verónica que se negó a utilizar su pin de la salvación.
Los aspirantes de 'MasterChef 10' en el primer reto de la noche
Para la prueba de exteriores, Jokin fue el encargado de formar los equipos: el vasco optó por trabajar con el grupo más numeroso, con Adrián, David, María Lo y Verónica, guiados por Jordi Cruz, lo que dejaba a Pepe Rodríguez a cargo del trabajo de Patricia, Yannick, Claudia y Luismi. No obstante, los dos jueces contaron con la importante dificultad de guiar a sus respectivos equipos a ciegas, en un cocinado que despertó tensas rencillas entre algunos aspirantes. El reto, de hecho, animó al jurado a no entregar los delantales negro a un equipo concreto, sino que destacó el fracaso de cuatro de los aspirantes, dos por equipo: María Lo y Verónica de uno; y Yannick y Claudia, del otro.
"Siempre intento ser positivo porque al final aunque es triste no gano nada por estar aquí llorando por no llegar a la final. Prefiero quedarme con lo positivo que centrarme en lo que no pudo ser" @yannickmchef10 #MasterChef10 pic.twitter.com/addCmT3dQ6
— MasterChef (@MasterChef_es) June 13, 2022
"Prefiero quedarme con lo positivo"
Verónica y Yannick, antes de que el aspirante fuera expulsado de 'MasterChef 10'
Los cuatro aspirantes tuvieron que defender su permanencia en el talent con el desafío de tener que replicar el plato del chef francés Paul Bocuse "poulet de Bresse en vessie". Un reto complicado en el que la tensión provocó que María Lo se quemara el brazo con agua hirviendo, lo que no impidió que elaborase el mejor plato entre los cuatro aspirantes, seguida por la elaboración de Claudia, lo que dejó a Yannick y Verónica al borde de la expulsión, después de que la segunda renunciara a utilizar el pin de la salvación que aún obra en su poder.
El hecho de verse en riesgo de ser expulsada, de hecho, desencadenó las lágrimas de la aspirante, a quien consoló su compañero, convencido de que sería el siguiente expulsado. Una intuición que no tardó en confirmarse y ante la que Yannick se mostró apenado, pero conforme: "quedamos muy poquitos, era lógico que en algún momento, un día malo te puede costar el concurso, pero no pasa nada". "Siempre intento ser positivo. Sí, es triste, pero no gano nada llorando porque no he llegado a la final. Lo hecho, hecho está. Prefiero quedarme con lo positivo, que centrarme en lo que no pudo ser", confesaba el expulsado, optimista con su futuro más allá de 'MasterChef'.