'Matadero': Dos muertes y un giro en la investigación del crimen de la gasolinera marcan el segundo episodio

Parece que la tranquilidad en Torrecillas ha desaparecido para siempre. 'Matadero' arrancaba el miércoles 9 de enero en Antena 3 y lo hacía triunfando (21,6% y 3.336.000 espectadores) con un episodio en el que cuatro fueron las muertes que sin duda van a marcar el resto de la primera temporada y que revolucionaron esta tranquila localidad de Castilla que a partir de ahora será el centro de una investigación policial que podría descubrir todo lo que ha pasado y apenas unos pocos saben.

Tras cometer los violentos crímenes en la gasolinera en el primer capítulo, Pascual y Teo siguen dispuestos a seguir ejecutando su misión, lo que poco esperaban es que para cumplirla iban a tener que seguir cometiendo crímenes... aunque poco parece que les importe. En su camino a la localidad, el destino les lleva a toparse en mitad de la carretera con dos religiosos, dos testigos de Jehová que se encuentran perdidos tras haber pinchado, y es entonces cuando ellos ven la ocasión perfecta para 'robarles' su identidad. ¿Cómo? Matándoles, obviamente.

De esta forma y tras ofrecerles su ayuda, aparentemente de forma desinteresada, terminan con sus vidas y se quedan con sus uniformes. Es por tanto la estrategia perfecta para poder pasar desapercibidos en Torrecillas y entrar en los hogares que necesitan investigar. Obviamente es lo que terminan haciendo, de esta forma, ambos acaban llegando al matadero dispuestos a encontrar a Francisco (algo que no consiguen, obviamente) y finalmente acaban accediendo a su hogar. En ese momento vemos a Pascual totalmente impactado y embelesado con las fotos de Almudena. ¿Nuevo amor a la vista?

La llegada de Jacobo lo cambiará todo

Pero el episodio dio para mucho más. Pese a los intentos de Villanueva, María sigue empeñada en descubrir lo que realmente sucedió en la gasolinera. Está totalmente convencida que lo que pasó allí va mucho más allá de lo que parece, una teoría que ella misma reafirma con un inesperado giro en la investigación que sin duda lo cambiará todo: ella descubre que en el informe de la autopsia que habría un arma más en la escena del crimen. En ese lugar alguien más estuvo y la agente, hija de Alfonso y María José está dispuesta a averiguarlo. Así lo deja patente durante todo el episodio, informando incluso de ello a la prensa. En Torrecillas hay más de un asesino suelto y quiere descubrirlo cueste lo que cueste.

No lo hará sola ya que en este episodio llega directo desde Madrid el agente de la Policía Judicial Jacobo, interpretado por Pep Ambròs. El hombre llega dispuesto a resolver el complejo crimen de la gasolinera aunque su principal sospechoso no gusta nada a María, su nueva compañera a partir de ahora. Él está convencido que Alfonso ha tenido algo que ver en lo sucedido, unas sospechas que sin duda sorprenden por completo a la chica, que no cree nada de lo podría haber sucedido. ¿Cómo logrará salvar a su padre de las autoridades?

Los cerdos marcan el fin de Francisco

Lo que poco puede imaginar María es que su padre es cómplice del asesinato de Francisco a manos de Almudena, su mujer. Tras muchas dudas, ambos deciden no contar nada a la policía y justifican su ausencia con el abandono del hogar que estaba dispuesto a ejecutar el hombre. Para deshacerse del cuerpo no dudan en dárselo a los cerdos de la pareja, ellos son los encargados de hacer desaparecer para siempre al dueño del matadero. ¿Acabarán siendo descubiertos por la policía? ¿Podrán ocultar el crimen para siempre? Parece que en Torrecillas ningún secreto está a salvo...