El gran anuncio de la presentación de Max fue, sin duda, la serie de "Harry Potter". Pese a la vigencia de las películas, que vieron la luz entre 2001 y 2011, Warner Bros. Discovery ha tomado la decisión de adaptar una vez más las siete novelas de J.K. Rowling, que han vendido más de 600 millones de copias en todo el mundo. Por tanto, el público ya tiene una idea bastante formada de cómo es la franquicia, tanto a nivel visual como sonoro, por lo que es inevitable preguntarse qué rumbo tomará la ficción televisiva.
La carta de presentación fue un breve teaser conceptual que parecía responder a ese interrogante, ya que a lo largo de treinta segundos recurría a la mítica composición musical de John Williams para la saga cinematográfica, mientras las velas flotantes del Gran Comedor se iban uniendo para formar un logo similar al dorado que se usó en las dos primeras películas. Así pues, se hizo uso de la iconografía ya establecida para despertar la nostalgia del público, aunque esos ecos del pasado fueron aplacados en cierta medida por unas declaraciones de Casey Bloys, responsable de contenidos de HBO y Max, que contradicen el mensaje enviado con el avance: "La serie es algo nuevo y eso nos emociona".
Emma Watson y Daniel Radcliffe en "Harry Potter y el prisionero de Azkaban"
Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Quiere la serie imitar a las películas o no? Desde Variety han podido preguntar a Pato Spagnoletto, mandatario de la rama de marketing de Warner Bros. Discovery, acerca de la estrategia seguida para promocionar el ambicioso proyecto, que se extenderá durante una década y contará con Rowling entre su equipo de productores ejecutivos. "Tenemos muchas ganas del regreso de la franquicia. Nos ha entretenido a muchos durante los últimos veinte años. Es muy pronto, la verdad, así que no quiero conducirte a una conclusión u otra. Estamos empezando el viaje de cómo se verá el contenido, cómo se producirá y rodará", apunta el ejecutivo.
Tal es la prontitud con la que se ha anunciado la serie que ni siquiera hay un showrunner asociado a la misma, aunque Spagnoletto defiende la manera de presentarla al mundo la semana pasada. "Obviamente el marketing tiene la intención de reflejar en contenido real. Así que lo que mostramos en pantalla era tan solo una ilustración de la historia y su riqueza, y no es necesariamente la representación de lo que tenemos planeado vender y cómo pretendemos mostrar el nuevo contenido", sentencia con total ambigüedad, aunque dejando la puerta abierta a asumir una identidad visual diferente a medida que el proyecto cobre forma propia.
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¿El inicio de otro universo?
El temprano estado de desarrollo de la serie de "Harry Potter" no ha impedido a David Zaslav, CEO de Warner Bros. Discovery, apuntar a un plan que podría ser aún más ambicioso de lo esperado. "Tenemos la libertad para hacer lo que queramos. Para algunas cosas tenemos que trabajar con J.K., para otras tenemos la capacidad completa para avanzar", exponía durante la presentación de Max, como recogía Deadline. Sin embargo, en primer lugar tendrán que dar con las teclas adecuadas (ya sea imitando las pulsaciones de las películas o no) para sacar adelante la serie, que podría llegar entre 2025 y 2026.