El sábado 23 de abril tiene lugar uno de los acontecimientos más esperados de la temporada para los aficionados del fútbol. La final de la Copa del Rey enfrentará al Valencia y al Real Betis en La Cartuja de Sevilla. Mediaset España adquirió los derechos para retransmitir el encuentro en Telecinco, y su preocupación por las audiencias le ha llevado a tomar medidas inesperadas.
Real Betis Balompié
El Betis anunció el montaje de pantallas gigante en su estadio, el Benito Villamarín. Esta decisión no gustó a Mediaset, por lo que solicitó medidas cautelares para evitarlo. Sin embargo, la Justicia ha desestimado esa petición del grupo, el cual no ha tardado en responder con un comunicado oficial.
"La compañía opina que la Justicia ha optado por permitir que se cause un daño contra los legítimos intereses de los propietarios de los derechos televisivos, algo incomprensible cuando el partido se va a emitir en directo y va a estar a disposición de todos los espectadores de forma gratuita, mientras que en uno de los estadios donde el encuentro se va a proyectar, los asistentes van a tener que pagar por verlo", publicaban. Por ello, han anunciado que ejercerán "las acciones legales necesarias para el oportuno resarcimiento de este perjuicio".
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La decisión de la Justicia
Los jueces fueron muy claros a la hora de anunciar la resolución: "No corresponde a la parte actora la condición de productor de la grabación audiovisual", se referían a Mediaset. "La producción audiovisual de la Competición será llevada a cabo por la RFEF, ya sea a través de sus propios medios técnicos y humanos o de terceros especializados", concretaron. Además, cabe resaltar que la recaudación de las 40.000 entradas vendidas a razón de 2 euros será destinada a Unicef y sus acciones con los niños ucranianos.