Mediaset España impone un Código Ético que revoluciona la esencia de 'Sálvame'

Mediaset España está entrando en una nueva etapa con la que pretende realizar un verdadero cambio de rumbo en el modo de actuar del grupo de comunicación. Al veto realizado a varias de las personalidades que más titulares han dado en los últimos años, se le suma un Código Ético que ya ha sido comunicado a los trabajadores internos y externos y que entra en vigor este mismo 20 de febrero.

Esta nueva normativa ha sido aprobada por el Consejo de Administración y Alessandro Salem, quien lo ha promovido por la sede para darlo a conocer y que se cumpla sin miramientos. El Código Ético mantiene lo acordado en el último que estaba en vigor desde finales de 2011, pero añade un nuevo punto, tal y como recoge El Mundo, bajo el título "Principios rectores en programas de entretenimiento". Entre los apartados de este epígrafe se encuentra no poder dar opiniones políticas en espacios donde no corresponda o no poder abandonar el plató.

"Los programas de entretenimiento son eso mismo, de entretenimiento y, por lo tanto, sus presentadores y colaboradores deben abstenerse de emitir opiniones, preferencias o comentarios políticos en el seno del programa", recoge el primer punto de dicho apartado. De este modo, solo se podrá dar opinión en las secciones políticas de formatos como 'El programa de Ana Rosa', pero, a modo de aclaración, no en la mesa de actualidad o en el club social, ya que su fin no es hablar de política.

Otra de las prácticas que queda terminantemente prohibida es "atacar o criticar a ningún otro programa de la compañía o a sus presentadores y colaboradores", hecho que viene ocurriendo con frecuencia desde 2021 cuando salió a la luz el relato de Rocío Carrasco y se inició la guerra entre La Fábrica de la Tele y Unicorn Content. A este se le suma que no se puede abandonar un programa en directo si no hay una causa justificada para ello, lo que afecta especialmente a 'Sálvame', que ha mantenido como parte de su narrativa los protocolos de abandono de sus trabajadores.

El nuevo código también recoge que los presentadores deben detener "de inmediato cualquier iniciativa de cualquier colaborador o participante del programa que pueda dar lugar a una evidente responsabilidad penal o civil". Además, recoge que las sanciones ya no recaerán sobre Mediaset, sino sobre la persona o la productora del formato. Tampoco "se permitirá ninguna manifestación publicitaria que no haya sido previamente comunicada por escrito a Publiespaña", algo bastante común entre algunos colaboradores, que emplean su visibilidad en pantalla para promocionar su marca. La lógica también entra en juego al prohibir mostrar fotografías de personas víctimas de violencia machista o bullying, así como revelar datos de terceros que no sean públicos.

'Sálvame', en el punto de mira

Leyendo la nueva normativa del Código Ético, es difícil no vislumbrar el rumbo que ha de tomar 'Sálvame' para mantenerse en antena. Ya no solo se verá afectado por el veto a algunos de los nombres más mediáticos de los últimos tiempos, sino que los habituales discursos políticos de Jorge Javier Vázquez o los más que sonados abandonos de plató de sus colaboradores no podrán realizarse. La esencia de este formato se ve perjudicada, por lo que habrá que ver de qué manera lo solventan.

Nada de menciones a otras cadenas o presentadores fuera de la casa ni mantenerse como escaparates de sus marcas, los trabajadores de Mediaset España deberán acatar todas estas normas, puesto que su desconocimiento no exime su cumplimiento. De no llevarse a cabo, podría suponer dar "por definitiva a efectos contractuales" la relación laboral con algún trabajador, como se recoge con las salidas injustificadas de plató.