El 15 de julio de 1937 nació en Valencia Amparo Valle y murió a causa de un cáncer de pulmón el 29 de septiembre de 2016, a sus 79 años. No fue hasta sus veintidós años cuando comenzó su carrera en el mundo de la interpretación. Desde ese momento ha coleccionado un sinfín de cortometrajes y largometrajes a sus espaldas y ha participado en numerosas ficciones nacionales de gran calibre como 'Farmacia de guardia', 'Siete vidas', 'Hospital central', 'El comisario', 'Doctor Mateo' y en sus últimos años fue protagonista en 'La que se avecina'.
Amparo Valle llegó a la ficción de Mediaset en su quinta temporada para encarnar a Justi, la madre de Amador Rivas. La actriz tuvo un papel importante durante todos los episodios de la temporada y desapareció de manera repentina para volver a su pueblo y no dejar solo a su marido. En la séptima volvió para dos capítulos y en la octava hizo lo propio para uno, en el que vimos como le daba un "apechusque" y fallecía en plena cena de Navidad con la familia de los Cuquis después de enterarse de cosas que prefería no escuchar.
La muerte de Justi se grabó tres días antes del fallecimiento real de la actriz. Si hay algo por lo que destacara su personaje es por las collejas que repartía a diestro y siniestro a todas las personas que le rodeaban siempre y cuando le parecía a ella correcto. Pero durante todos los capítulos en los que apareció nos dejó muchas frases dignas de ser recordadas. En FormulaTV hemos hecho un repaso a su trayectoria por la serie y hemos recopilado sus mejores momentos recogidos en frases. ¿Cuál es tu preferida?
1 "¡Ay may!"
Amparo Valle en 'La que se avecina'
Si hay una frase que nos lleve directamente a una persona si hablamos de ficciones españolas, esa es '¡Ay may!'. Cualquier persona que haya visionado -casi- un solo capítulo de 'La que se avecina' ha escuchado la coletilla que emplea Amador Rivas en cualquier situación que se le presente. Si tiene miedo, si sabe que le han pillado, si va a enfrentarse a una relación sexual no esperada, si ha recibido una buena noticia o si los datos no se acercan mucho a lo que él quería, siempre tiene la frase correcta, le guste a quien le guste: "¡Ay may!". Pues parece que esta expresión tiene algo de genética, y es que su madre, en más de una y de cinco ocasiones pronuncia la frase sin importar qué era lo que ocurría en cada momento. Cosas de familia.
2 "Yo no me como ese bicho, que parece un gusano con pezuñas"
Justi comiendo en Navidad
El reencuentro de Amador y su madre tampoco fue como debería ser. Justi apareció en casa de los Cuquis para celebrar con ellos la Nochebuena y su hijo comenzó a servir el marisco que tenían en ese momento. Que tampoco era mucho, que se diga. De hecho, contando con la presencia de la cuidadora de los niños, Patri, y de Teodoro y Marijose –los hermanos del "vividor follador"- y Justi, solo daban a una gamba por cabeza. Cuando repartió todas, comenzó a darle a su madre un percebe, argumentando que sabe a mar y que es uno de los mariscos más cotizados del mercado nacional. Cuando la señora lo vio en su plato, no dudó en negarse a comerlo y en preguntarse qué era lo que le acababan de servir. Aun sabiéndolo, decidió no comérselo porque "parece un gusano con pezuñas". Después de que ella lo rechazara y que Patri hiciera lo mismo, Amador se lo metió en la boca con uña incluida y lo masticó como si no hubiera un mañana.
3 "¿Quieres que tu hija parezca una fulana?"
Justi regañando a Amador en la cena de Navidad
Que Amador deje de lado a su familia por Navidad y que no se preocupe por sus necesidades, por la cena o por los regalos de sus hijos es algo que, año tras año, ocurre. En la octava temporada, después de que los Cuquis hayan decidido tomar caminos por separado, ambos vuelven a juntarse con el objetivo de recuperar a sus hijos durante un rato. A los pequeños les acompaña Patri, la cuidadora social. Y, por si fueran pocas personas, Teodoro, Justi y María José -la hermana malhumorada y, para ellos, poco agraciada de los Rivas- aparecen en el Bajo A y comparten cena con ellos. Para no quedar mal, Amador decide sustraer el cordero de Navidad de los Rancios y los regalos del hijo de Enrique Pastor, que se da cuenta de lo ocurrido y llega por sorpresa a la vivienda. Antes de eso, los pequeños proceden a abrir los paquetes y Carlota se encuentra con un picardías sexy, poco apropiado para su edad pero que decide probárselo. En el momento en el que Justi la ve, se dirige a Amador para criticar lo ocurrido y le dice: "¿Quieres que tu hija parezca una fulana?". Él no sabe qué contestar y la mirada de Maite lo dice todo.
4 "¿Dónde vas a ir tú? Si no tienes nada que hacer en la vida, desgraciado"
Justi y Amador hablando en el sofá
La primera aparición de Amparo Valle en la serie de Telecinco fue en el capítulo uno de la quinta temporada. Justi llega a Mirador de Montepinar tras enterarse de la dejadez que supone que su hijo haya dejado a sus nietos solos por salir una noche. Cuando vuelve a casa se encuentra con su madre y empieza el show. Amador está muy a gusto solo y lo último que quiere es tener que rendirle cuentas a Justi. Cuando ya su descuido parece aclararse y la madre ya debe volver al pueblo con su marido, Amador sale de la habitación para irse a la calle a "echar un pinchito" y se la encuentra en el salón pidiéndole que se siente en el sofá para hablar seriamente. A esto, Rivas se niega excusándose con que tiene que irse, a lo que Justi le espeta: "¿Dónde vas a ir tú? Si no tienes nada que hacer en la vida, desgraciado". Él miente diciendo que va a por los niños al colegio pero termina aceptándolo y sentándose a escuchar la primera regañina de muchas.
5 "Me queréis enterrar antes de tiempo"
Justi fingiendo su muerte en Albacete
Si viva no le hacen caso, de alguna manera tenía que llamar la atención de toda su familia. Justi decidió montar sus propios días antes de la supuesta muerte para reunir en su casa a todos sus hijos, que no son pocos. A pesar de que Amador no ha querido saber mucho de su madre a lo largo de los años y Maite mucho menos, ambos se presentan en Villazarcillo para acompañar a "la mama" en sus últimos suspiros. O, al menos, en los que ellos creían que serían los últimos. Todos los hermanos se reunieron en el salón de la casa y, poco a poco, quien quiso entró a ver cómo eran los últimos suspiros de su madre. Cuando el personaje de Amparo Valle se dio cuenta de que sus hijos solo dialogaban para hablar de su herencia, se levantó tras parecer que estaba muerta y comenzó a gritar: "¡Me queréis enterrar antes de tiempo!".
6 "Le voy a dejar todo mi dinero a las gallinas"
Justi repartiendo collejas a sus hijos
Continuando con lo ocurrido en el punto anterior, Justi se mostró muy enfadada en el momento en el que se dio cuenta de que sus hijos, hasta los que más apreciaba, no lloraban su muerte si no era por una cifra elevada. Después de que Teodoro, Amador y Maite rebusquen en su habitación para encontrar el dinero, cosa que consiguen con creces y que de no ser por la mirada avispada de la propia Justi que les pilló, hubiera continuado. La señora llegó al salón, se dirigió a un lado de la puerta de entrada y llamó a todos sus hijos para que pasaran por delante y accedieran a la habitación tras castigarles con una colleja, no sin antes asegurar que las gallinas iban a ser las verdaderas receptoras de su herencia cuando realmente falleciera.
7 "¿Vender salami por la calle es tener éxito en la vida?"
Justi cuestionando a Amador
Lo que mejor se le da a Justi, además de repartir collejas a diestro y siniestro, es cuestionar a su hijo su valía y reprocharle que nunca haya conseguido un empleo fijo y serio. Por su parte, Amador es experto en pasar las horas muertas en el bar y en encontrar la mentira perfecta en cada ocasión para conseguir sus caprichos. Uno de esos días, con ayuda de la mente fría de Maxi, decidió pedirle a su madre dinero para comprarse un descapotable haciéndole creer que había conseguido un trabajo de comercial, concretamente de repartidor de salami. A esta propuesta, obviamente Justi dice que no y argumenta que para repartir embutido lo mejor es una furgoneta pero Amador continúa en sus trece y le dice que solo consiguiendo ese coche podría tener éxito en la vida. "¿Vender salami por la calle es tener éxito en la vida?" fue la respuesta, acompañada de una cara de incomprensión, que Justi le dio antes de terminar aceptando ir al banco la mañana siguiente porque se trataba de la vocación de su hijo.
8 "Súbete los pantalones, degenerado, gentuza"
Justi en un casting porno
Después de Homer Simpson, seguramente la persona que más veces haya buscado trabajo -o hecho que lo buscaba- es Amador Rivas. El vividor follador casi siempre se encuentra en el paro y la presión familiar -tanto por parte de su exmujer y de su madre- le obliga a buscarlo o a fingir que lo hace. Cuando Justi llega a casa de los Cuquis y Amador desea por activa y por pasiva que su madre abandone su domicilio, comienza a hacer caso a su madre y a buscar trabajo. Tanta es la preocupación de Justi por el estado profesional de su hijo, que decide acompañarle a una entrevista: la del Capitán Salami. Cuando sale de la misma, Amador le cuenta que no ha prosperado pero en el momento en el que la encargada, una cotizada actriz porno, sale a hablar con él, pierde la noción de la situación de su madre. Cuando quiere darse cuenta, organizadores del porno han ido en busca de Justi para ver qué ocurría en la entrevista y, al ser testigo y sin darse cuenta, la señora le grita a uno de ellos algo que Amador escucha: "Súbete los pantalones, ¡degenerado, gentuza!".
9 "¿Japoneses aquí? ¿Estáis locos? ¡Que son radiactivos!"
Justi y Leo en una junta
Antonio Recio siempre consigue liar a Enrique Pastor para involucrarle en todos su absurdos planes. En esta ocasión, ambos convocaron una junta vecinal para informar a los propietarios de todas las viviendas de que tenían que ser cómplices de otra de sus mentiras. Y es que el pescadero había conseguido atraer un gran número de clientes que le pagarían un total de tres millones de euros por cantidades ingentes de su marisco. Por ello, la comunidad sería una empresa a ojos de los compradores. Esto no hizo mucha gracia a algunos vecinos, que cuestionaron la calidad de los víveres y se mostraron incrédulos con la noticia. A esto, Pastor explicó que se trataba de un grupo de japoneses y Justi no pudo evitar afirmar que se trataba de una locura ya que son seres radioactivos porque les explotó un "cacharro nuclear" y que, por este motivo, podían contagiarles a todos. A pesar de que Leo intentó explicarle que eso no se puede contagiar, ella se levantó y abandonó corriendo la reunión al grito de "¡a mí que ni se me acerquen!".
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