La 37ª ceremonia de entrega de los Premios Goya celebrada este año en Sevilla ha estado marcada por el fallecimiento de Carlos Saura pero eso no ha sido impedimento para que los espectadores hayan sacado punta de la gala, que este año ha sido más ágil de lo normal debido a que los ganadores contaban con un minuto para agradecer su premio.
Clara Lago durante la gala de los Goya 2023
Por ejemplo, este año los "cabezones" han abandonado su habitual color verdoso por uno más marrón debido a que la Academia ha decidido utilizar bronce reciclado como medida de sostenibilidad. Sin embargo, esa nueva tonalidad ha sido objeto de burla entre los espectadores de la gala, que lo comparaban una figura de chocolate.
También ha llamado mucho la atención que los maestros de ceremonias, Antonio de la Torre y Clara Lago, han tenido muy poco trabajo. Se les ha visto muy poco, y la actriz de "8 apellidos vascos" estuvo prácticamente desaparecida durante gran parte de la gala.
Pero aunque Lago no ha tenido demasiada presencia a lo largo de la noche, lo cierto es que sus intervenciones no han pasado desapercibidas para el público, sobre todo por su desconcertante acento andaluz, pero también por un inesperado momento incómodo provocado por una asistente a la gala, que se topó con la actriz al regresar a su butaca.
Además, ha sorprendido mucho que "Alcarràs", que fue la película elegida por la Academia de Cine para representar a España en los Oscar y ganó el Oso de Oro en el pasado festival de Berlín, no haya conseguido ninguno de los once premios a los que aspiraba.
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