"Me sentía fea y detestada por el mismo hombre que una vez prometió amarme y protegerme, mi esposo y manager Stephen Bellafonte". Así confiesa Mel B en su biografía la triste y dolorosa situación que estuvo a punto de costarle la vida. "Brutally Honest", así se llama el libro, sale a la venta el 27 de noviembre, pero The Sun ya ha podido leer algunos pasajes en exclusiva, como el que narra uno de los episodios más oscuros de la ex Spice Girl.
"Un hombre que después de 10 años de matrimonio tenía videos sexuales que podrían, y los dos lo sabíamos muy bien, destruir mi carrera y mi familia" define Mel B a su exmarido. "Mi vida era un desastre y quería salir", confiesa la cantante, que ahora tiene 43 años. Ante unos sentimientos tan atroces, consideró que el suicidio era la mejor opción para escapar e ingirió 200 aspirinas."A medida que cada pastilla entraba en mi boca, me preguntaba: '¿Estás segura?' Y tomaba otra. 10, 20, 50, 100. '¿Estás segura?' 120, 150. '¿Estás segura?'", relata Mel B en su autobiografía. La cantante explica que comenzó a escribir "notas frenéticas e inconexas" a su hija mayor, Phoenix. Sin embargo, pensar en su hija provocó que detuviese la ingesta justo antes de llegar a 200. "El suicidio no era la respuesta. Tenía que llegar a un hospital. Tenía que sacarme esas pastillas del estómago antes de que sucediera algo".
Apareció en 'The X Factor' tres días después
"Todavía puedo recordar el miedo, el pánico y la confusión absoluta en mi cabeza. Todo comenzó a volverse negro y caí de rodillas. Podía sentir que la vida en mí comenzaba a agotarse", confiesa Mel B, quien no recuerda más que despertarse en el hospital junto a su hija Phoenix. "Fue el momento más triste de mi vida: mirar a mi hija, angustiada, devastada, enfadada, fue el momento en que supe que la lucha tenía que comenzar".
Solo tres días después del intento de suicidio, la artista británica se presentó como jurado en la final de 'The X Factor'. Lo hizo con heridas visibles después de luchar por abrir la puerta atascada del baño en el que ingirió las pastillas. "Esas heridas en mi cara y hombro las vio todo mundo en la final tres días después", confesó Melanie Janine Brown.