La noche del martes 15 de junio, Cuatro emitió la décima gala de 'Supervivientes: Tierra de nadie' de la mano de Carlos Sobera, en la que el programa inauguró el primer puente de las emociones con Melyssa Pinto. Una ocasión en la que la catalana sorprendió al desvelar la turbulenta adolescencia que vivió a causa de un trastorno alimenticio que, aún a día de hoy, le sigue pesando por los efectos que tuvo sobre sus padres y su hermana menor.
Melyssa se enfrenta al puente de las emociones en 'Supervivientes' con Lara Álvarez
"Siento que, de alguna manera, la he hecho obsesionarse con el físico. Es más fuerte y, por eso, gracias a dios, no ha caído", manifestó la superviviente, sobre su hermana Lorena. "A día de hoy estoy mucho mejor, pero eso me hace sentir culpable. Por ellos tres, que son mi vida", reconoció Pinto, momento en el que Lara Álvarez elogió su sincera confesión dado que "creo que puede hacer mucho bien a niñas que se sientan identificadas". En cuanto a los "celos", Melyssa declaró que "no sé si es derivado a esa obsesión con la alimentación. No he sido una persona que se ha querido a sí misma". "Al mirarme al espejo, he sentido repugnancia hacia mi persona", reconoció la concursante, quien añadió que "creo que mis celos vienen derivados a mi falta de autoestima y eso me ha marcado mucho". "Siento que la culpa de que algo no funcione es mía. No quiero que eso pase", añadió Pinto, para después alabar que el concurso "me está ayudando muchísimo. Me está ayudando a quererme y confiar en mí".
"Todos somos bellos por dentro y por fuera"
Melyssa, emocionada en el puente de las emociones de 'Supervivientes'
Al abordar el "arrepentimiento", la catalana achacó dicho término a "no haber sido más fuerte, haber hecho que mis padres pasaran por todo", antes de relatar cómo le había manifestado a su padre "que quería que se sintiese orgulloso de mí" y "le dije que se lo iba a compensar", mostrándose muy emocionada. "Siempre dicen que soy buena niña, simpática, pero he hecho que mis padres pasaran algo muy difícil", reconoció Pinto, al hablar de su trastorno de alimentación y de la rebeldía que manifestó a consecuencia de eso. "Quería llevar algo a término y ellos no me dejaban porque no era bueno para mí. Les trataba mal por ello", declaró la concursante, antes de afrontar la palabra "perdón".
"Les pido perdón. Sé que se sienten muy orgullosos", declaró Melyssa, sobre su familia, para después recalcar que "les he demostrado que puedo con todo". "Todo lo malo que me pasa lo recojo, pero luego consigo superarme y hacerme más fuerte. Necesito que me perdonen, que creo que ya lo han hecho", manifestó Pinto, quien afirmó que "sin mi familia, no sería quién soy". "Ahora que me siento nueva, que me quiero más y me siento más fuerte, voy a intentar hacer la vida más fácil a quien me rodea", prometió la superviviente, antes de lanzar un importante mensaje "a esas chicas que pasen por problemas de alimentación". "De todo se sale, pedid ayuda. En casa tenéis apoyo. Que nadie se obsesione con esas cosas, que todos somos bellos por dentro y por fuera", concluyó Pinto.