Felipe VI ha ofrecido esta noche su tradicional mensaje de Nochebuena en el que, como viene siendo habitual, el monarca hace un repaso a todo lo que nos ha deparado el año. En esta ocasión, su discurso ha estado marcado por la pandemia y sus efectos devastadores en la ciudadanía, aunque también se ha reservado un espacio para apelar a la unidad y defender el modelo actual de Estado.
El rey Felipe VI durante su discurso de Navidad
El discurso de hoy, grabado el pasado 22 en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela, es uno de los más complicados a los que se ha enfrentado Felipe VI como rey debido al creciente cuestionamiento de la institución. Tal vez por esa razón, el monarca ha querido lanzar un mensaje de concordia y unidad frente a la crispación social y política, y ha destacado el papel de la monarquía como símbolo de la unidad de España.
Muchos esperaban ver si el rey acabaría mencionando a su padre, el rey emérito Juan Carlos I, que se encuentra en un exilio forzoso a causa de los numerosos escándalos que ha venido protagonizando en los últimos tiempos y que han acabado salpicando a la institución. Finalmente no ha sido así, aunque sí ha hecho una referencia no demasiado velada al destacar la necesidad de preservar los principios morales y éticos como reclama la ciudadanía. "Unos principios que nos obligan a todos, sin excepciones, y que están por encima de cualquier consideración, de la naturaleza que sea, incluso de las personales o familiares", enfatiza el monarca.
Un año para olvidar
Sin embargo, el discurso del jefe del Estado ha estado centrado principalmente en dar ánimos a los ciudadanos que se han visto afectados directa o indirectamente por la pandemia. "Ni el virus ni la crisis económica nos va a doblegar", afirma el monarca, que se ha acordado de todos aquellos que han perdido su medio de vida a lo largo de estos meses.
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También ha tenido un recuerdo para los sanitarios y los miles de ciudadanos que se han puesto al servicio de la sociedad, así como para los fallecidos por la enfermedad y para los que todavía luchan contra ella. Y por último, ha llamado a la responsabilidad individual y pide no bajar la guardia porque, desgraciadamente, la situación todavía es muy grave.