Máximo Huerta acudió a 'Viernes deluxe' el pasado 3 de marzo para narrar varios aspectos de su vida, como el inicio de su actual relación sentimental. Sin embargo, en esta charla hubo tiempo para hablar de otras cuestiones e incluso echar una mirada al pasado, concretamente a aquellos tiempos en los que trabajaba con Ana Rosa Quintana.
Con todo el recorrido vital del presentador, Jorge Javier Vázquez se interesó por si es el hombre siempre ha querido ser. Fue aquí donde el valenciano sacó a relucir su etapa más dura en 'El programa de Ana Rosa': "Sí, ahora sí. Yo no era el que quería ser en los primeros años de Ana Rosa. Me sentía ridículo, desubicado. Yo trabajaba con gente que ya había trabajado. Me veía torpe vestido, ridículo peinado... No estaba a gusto con lo que yo quería transmitir".
Máximo Huerta y Ana Rosa Quintana
Según explicaba en la entrevista, el por entonces copresentador tampoco acabó de ubicarse en su última etapa en el magazine. Cuenta que se fue "tres años tarde del club": "Los últimos años que estuvo Andrea Olivas dirigiendo, yo debería de haberme ido ya. Tienes que estar al 100% por la audiencia y por quién te paga, y los dos últimos años estuve como gallina sin nidal, con la mente en otro lugar". El escritor sintió que su momento ya había llegado y debía marcharse por respeto a todos los que habían confiado en él.
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La difícil llamada a Ana Rosa Quintana
El momento de comunicar su marcha fue muy complicado para él. El miedo y respeto que sentía para llamar a Ana Rosa Quintana ocasionó que primero quisiera hablar con el director del programa. Tras esto, no le quedó otra que enfrentarse a la conductora del espacio. "Fue una llamada muy quirúrgica con Ana. Fue limpia, sin romances, no hubo un 'quédate o vamos a hablar'. Entendió lo que yo quería".