'Las tres puertas' recibían el pasado 8 de marzo a tres figuras relevantes en el ámbito del toreo, la neurociencia o la danza. De esto último se encargó Mónica Cruz, la actriz y bailarina conocida por dar vida a Silvia en 'Un paso adelante' en Antena 3. La serie despegó su carrera hasta llegar a convertirse en una celebridad y precisamente de eso, de sus inicios, es de lo que habla con María Casado, además de sincerarse explicando cómo fue madre o la relación que tiene con su familia.
La hermana pequeña de Penélope Cruz recordaba que desde bien pequeña le ha apasionado el mundo del baile, aunque cuenta que empezó con cuatro años como una actividad extraescolar con la que su madre hacía tiempo para trabajar en su peluquería. Mónica Cruz explica que con la llegada de su hermano Eduardo, con ocho años, la tuvieron que borrar de las clases por falta de tiempo, lo que le supuso un disgusto. "Empezaron a emitir 'Fama' y yo veía eso y decía 'yo quiero una escuela así, quiero bailar'. Ya era más mayor [...] me tiré un año pidiendo 'por favor, llevadme a clase'. Al final lo conseguí", explicaba la bailarina.
Mónica Cruz en 'Las tres puertas'
Otro de los temas que trataron en la entrevista fue la maternidad, el gran sueño de Cruz desde pequeña y que logró en solitario congelando sus óvulos. "Yo hubiera sido madre a los 20, pero era imposible porque en esa época tenía lo de Joaquín (academia de danza) y luego enganché con 'UPA'. Además, cuando las cosas tienen que ser vienen solas y sí, fue todo muy fácil y muy rápido. Es algo que siempre he tenido claro, no quería verme en una edad [...] en la que no pudiera cumplir mi sueño porque era lo que yo he sentido desde bien pequeñita, yo quería ser madre", relató la artista.
Lo más leído
La decisión estaba tomada
''Me hubiera hecho muy infeliz no llegar a ser madre", desveló en el programa Mónica Cruz y añadió que no tuvo miedo por ser madre soltera, dado que lo tuvo claro desde el principio. Habló de su hija, quien sabe desde muy pequeña que no tiene padre, pero recordó que "hay que normalizar las cosas". Contó un episodio en el que a su hija le preguntaron si su padre había muerto: ""Dijo: 'No, porque cada familia es diferente'. Escuchar a mi hija, con tres años, decir eso... Me puse a llorar casi. No lo habré hecho tan mal".