DESPUÉS DE SUS MORREOS

El surrealista mosqueo de Marieta Díaz en 'La isla de las tentaciones' al pensar que su novio ha sido desleal

La responsable de estrenar la luz roja entre las chicas protagonizó todo un arrebato al ver cómo esta se encendía en su villa y pensar que había sido por Álex.

Mediaset España

Por Redacción El 25 de Enero 2024 | 01:08

Una semana después de que Marieta Díaz estrenara la luz roja en 'La isla de las tentaciones 7' al besarse con Sergio, uno de los solteros, el reality alcanzó una cuarta entrega en la que la alicantina protagonizó un cabreo de lo más surrealista. Todo un arrebato que se dio cuando se encendió la luz roja en su villa por primera vez, justo después de que se la viera besándose de nuevo con Sergio.

La alicantina, de hecho, no se equivocaba al pensar en su novio, puesto que su novio, Álex Girona estrenaba la luz roja de la villa de las chicas después de meterse en su dormitorio con Gabriela. Allí ambos encendieron la luz naranja cuando el alicantino ayudó a la soltera a desvestirse para ponerse una de sus camisetas, pero fue cuando Gabriela acarició su abdomen con el pie, mientras estaban sentados en la cama muy cerca el uno del otro, cuando el programa prendió por primera vez la luz roja en la villa de las chicas.

Marieta y Sergio comparten cama en una ardiente "siesta" en 'La isla de las tentaciones 7'

"Están jugando y nosotras estamos aquí bailando como primas en el parque", comentaba Marieta ante la primera luz, hasta el punto de que se calificó a ella misma y a sus compañeras de "mosquitas muertas" y se propuso "hacer que suene la alarma en aquella villa". Con la llegada de la luz roja, las chicas se quedaron boquiabiertas antes de que Marieta estallara: "¡Es mi novio, es él cien por cien!". "¡Es un flojeras que no tiene personalidad ninguna!", criticó la alicantina, fuera de sí, mientras sus compañeras trataban de calmarla.

"No es una chica que le guste porque le aporte cosas, es un calentón. Y para mí tú no eres un calentón, eso es lo que me da puta rabia", protestó Marieta, mientras recibía el consuelo de Sergio, con el que se había besado apenas unos minutos antes. No obstante, su disgusto no duró mucho: poco después se tiró sobre Sergio en un sofá y, a pesar de estar rodeados por el resto de la casa, comenzaron a hacer movimientos sexuales. Una "cabalgata" que se hizo más intensa al día siguiente, durante una "siesta" en la que incluso hablaron de follar mientras se restregaban mutuamente.