¿Existe una igualdad real en la educación de niños y niñas? ¿La formación que reciben los pequeños influyen en su futuro en cuanto a sus roles de género se refiere? Estas son algunas de las preguntas que Movistar+ y DLO/Magnolia quieren responder en 'Ni superhéroes ni princesas', la adaptación española de 'No More Boys and Girls', un formato original producido por Outline Productions para BBC y distribuido por DRG. En esta nueva apuesta, el sociólogo Erik Pescador se pone al frente de una clase de tercero de primaria para conocer de primera mano los convencionalismos de género que niños y niñas han interiorizado. A través de una formación que se ha prolongado durante cinco semanas y una serie de ejercicios prácticos realizados a lo largo de este tiempo, Pescador evidenciará los problemas en la educación que muchos niños y niñas han mostrado respecto a este tema.
Movistar+ ha querido presentar este novedoso formato en el Festival de Vitoria-Gasteiz y ha sido en la localidad vasca en la que María José Rodríguez, gerente de contenidos de #0 y producción propia, ha explicado que "nos encontramos ante un formato documental en el que pretendemos analizar si la manera en la que educamos y tratamos a nuestros niños y niñas impide que exista la igualdad". El espacio, que se estrena le lunes 16 de septiembre en #0, sigue la línea de otros original de la plataforma en los que la emoción y los valores sociales siguen siendo ejes fundamentales, tal y como la propia directiva ha destacado. Rodríguez ha defendido que lo que quieren es tener "programas de cosas que realmente importan (...) que aporten valores a la sociedad".Rueda de prensa de 'Ni superhéroes ni princesas'
La directiva ha explicado además que el formato original en el que se basa cuenta con dos episodios pero aquí, cadena y productora vieron oportuno ampliar la temporada a cinco episodios para mostrar de una forma más evidente y clara la evolución de los niños. Rodríguez se ha mostrado convencida que en esos niños de ocho años nos daremos cuando cómo la educación sigue contando con grandes sesgos de género. Lo veremos a través de ellos pero también de sus padres y es que a día de hoy hay muchos pequeños gestos, comentarios o hechos que muchas veces hacemos sin apenas darnos cuenta que evidencian este sesgo.
Un experimento que no fue sencillo
Amparo Castellano, productora ejecutiva de DLO Producciones, ha contado que este experimento se ha realizado en un colegio en el que ya se contaba con un programa que potenciaba la igualdad. ¿El objetivo? Evidenciar que si en un espacio en el que se trabaja eso hay problemas de sesgo, está claro que tenemos un problema en nuestra sociedad. La productora quería además realizarlo todo en un espacio real, y es que Castellano ha dejado claro que "no queríamos caer en tópicos ni irnos a extremos (...) queríamos mostrar que si trabajas la igualdad, se produce un cambio real en la concepción de las cosas, es todo un tema educacional". La productora ha querido destacar también la valentía del colegio y de los padres, aunque ha reconocido que no fue fácil llevar a cabo el experimento y es que por ejemplo, algunos progenitores pusieron problemas inicialmente aunque luego se mostraron satisfechos al comprobar la evolución real de sus pequeños.
Finalmente, en la rueda de prensa también ha querido dar su punto de vista sobre la experiencia el sociólogo que lo lidera, Erik Pescador. Este se ha mostrado convencido que "corren tiempos difíciles para la igualdad y para el género (...) y la clave es trabajar en esa carrera de fondo y permanencia". El sociólogo ha recalcado que "nuestro foco son esos niños que van a crecer recibiendo una determinada información (...) y que deben entender que la igualdad es una condición vital, ni ideológica" y ha contado que se ha trabajado en tiempo récord ya que lo que se ha conseguido en 'Ni superhéroes ni princesas' es lo que habitualmente fuera de televisión lleva 7 meses. Un trabajo duro pero que ha valido la pena porque sí, se ha evidenciado una clara evolución en los niños y se ha demostrado que sí, la educación es vital en este cambio.