Televisión Española ha dado a conocer una triste noticia, la muerte de Alejandro Milán el pasado 24 de julio. Artesano responsable de la creación de marionetas míticas de la cadena pública, sus creaciones formaban parte de programas como 'Dabadabada' o 'La bola de cristal'. Horacio Pinchadiscos, Los Electroduentes y la Bruja Avería, entre muchos otros, son los personajes a los que dio vida y forman parte de la memoria de toda una generación.
Alejandro Milán acompañado por sus creaciones
Milán, a través de su detallismo e ilusión, fue encargado de dar vida a muñecos que divertían y emocionaban a miles de niños del país. A través del archivo de Televisión Española, podemos conocer su proceso de creación: un trabajo de observación y confección muy minucioso, en el que contaba con la ayuda de un gran equipo de profesionales al que Milán siempre ha admirado y agradecido su trabajo.
El creador comenzó fabricando el cuervo Edgar Allan para el concurso 'Un, dos, tres... responda otra vez', y después dio vida a la calabaza Ruperta, Horacio Pinchadiscos, los Electroduendes... y así fue sumando los que se convirtieron en iconos. Milán nos ha dejado un legado impagable: muñecos que cientos de espectadores recuerdan con nostalgia y cariño. Su originalidad en la forma e incluso en los nombres (Cremallera, Paco Micro, el perro Pelanas, Osobuco...) ha hecho que los títeres formen parte de la historia de la televisión del país. Además, no solo fabricó los muñecos, sino que en ocasiones llegó a manejarlos y ponerles voces.
De docente a artesano de muñecos
Milán solía invitar a su taller a los programas en los que colaboraba para mostrarles sus nuevas creaciones y explicarles su proceso de trabajo. En uno de estos encuentros, Milán confesó cómo se inició en el mundo de la televisión: "Comencé dando clases en una escuela a niños muy pequeños, en los recreos fabricaba muñecos y les hacía hacer presentaciones, y ellos se divertían muchísimo, y yo también. Entonces dije, bueno, a ver si me dedico a esto...".
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Así fue cómo Alejandro Milán pasó de la docencia al mundo de la televisión. Focalizó su vida profesional en la creación de marionetas, pero siempre con el mismo espíritu: fabricar muñecos para hacer reír a los niños y disfrutar siempre del proceso.