El periodista, investigador y criminólogo Juan Ignacio Blanco ha fallecido este 4 de julio a los 63 años en Madrid a causa de una enfermedad que lleva tiempo arrastrando. El fue una de las figuras clave en el desarrollo del caso Alcàsser, ya que fue quien acompañó a Fernando García, el padre de Miriam; una de las menores asesinadas, en su investigación paralela, sosteniendo siempre que el caso se había resuelto con dos falsos culpables y que en realidad se trataba todo de una conspiración que afectaba a altos cargos de la Comunidad Valenciana.
Juan Ignacio Blanco
La noticia ha saltado a través de la publicación de Carlos G. Barret, compañero de profesión, en su página de Facebook. "Como la gran mayoría sabréis, fue el investigador Criminólogo y Periodista que más profundizó en la búsqueda de la verdad sobre el caso de las niñas de Alcàsser", ha escrito a modo de despedida. También ha comunicado que el velatorio se realizará a lo largo de la mañana de este 4 de julio en el tanatorio de San Lorenzo de El Escorial.
Su muerte coincide con el reciente estreno del documental de Netflix 'El caso Alcàsser', en el cual había participado y en el que explica cómo fue su investigación junto a Fernando García. Ambos se hicieron muy populares en los 90 por mantener a capa y espada que lo que había pasado con Miriam, Toñi y Desiree estaba relacionado con una gran red de pederastia.
Incluso en un momento determinado Blanco llegó a afirmar que tenía una cinta en la que se demostraba que en la tortura, violación y asesinato de las jóvenes estuvieron implicados personas con "una relevancia social y económica en nuestro país absolutamente impresionante". De hecho, su colega se ha despedido de él de la siguiente forma: "algún día se sabrá toda la verdad sobre el caso Alcàsser y será honrado en su nombre donde esté".
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"¿Qué pasó en Alcácer?"
En 1998, Juan Ignacio publica el libro "¿Qué pasó en Alcácer?", en el que relata la hipótesis mencionada anteriormente. Una de las familiares de las víctimas denunció que se incluyeran imágenes de las autopsias sin su consentimiento y, desde entonces, tanto él como García se han visto envueltos en varios procesos judiciales por injurias y calumnias hacia quienes habían dirigido la investigación. En 2009, fue condenado a un año y cuatro meses de cárcel por todo ello.