Apple TV+ se ha convertido en todo un adalid de las comedias cándidas, esas que consiguen emocionar, divertir y, sobre todo, entretener sin pecar de superficialidad. Quizá 'Ted Lasso', con su vitrina plagada de premios y su irresistible carisma, sea el buque insignia de la plataforma en ese sentido. Aun así, el bigotudo entrenador no se encuentra solo en esta apuesta por un sentido del humor más luminoso. 'Trying', 'Little America', 'Dickinson' o 'Central Park' también destacan a su manera, pero si hablamos de crear un mundo plagado de personajes resplandecientes e hilarantes, 'Mythic Quest' va un paso por delante. Con su primera temporada y sus dos episodios especiales ya se desmarcó como uno de los originales más potentes de la compañía, y su segunda tanda no hace más que confirmar que nos encontramos ante la mezcla perfecta del espíritu de 'The Office' y las ambiciosas inquietudes de las sitcoms contemporáneas.
Rob McElhenney en 'Mythic Quest'
"Queríamos crear una workplace comedy lo más auténtica posible, que nos permitiera entretener y, además, presentar a personajes tridimensionales", asegura el cocreador y protagonista Rob McElhenney, que se ha convertido en una institución de la comedia estadounidense por su longeva implicación en 'Colgados en Filadelfia'. Mientras que esa eterna sitcom, que sigue viva en FXX, retrata la realidad de la calle desde la sátira extrema, 'Mythic Quest' sienta sus bases sobre un mundo como el del desarrollo de videojuegos, masivo en lo económico pero desconocido en gran medida a pie de calle, y lo hace tratando de comprenderlo de manera genuina. "No puedes contentar a todo el mundo y no pretendemos hacerlo, simplemente queremos presentar algo auténtico y sincero y la mayor parte de la industria sintió que habíamos hecho un buen trabajo", añade McElhenney.
Esas positivas reacciones a la primera entrega han permitido que la segunda se libere y crezca en todos los frentes. De hecho, los personajes avanzan tanto que el juego que da título a la serie, un MMO extremadamente popular, pierde relevancia paulatinamente. "Al fin y al cabo, el hecho de que trabajen en el mundo de los videojuegos es interesante, pero apenas es el telón de fondo", apunta McElhenney, que coincide en ese enfoque con Ashly Burch, quien vuelve a formar parte de la sala de guion y a dar vida a Rachel. La creativa es una de las caras (y las voces) más reconocibles del mundo de los videojuegos, y en esta nueva tanda consigue que sus conocimientos fluyan con una sensibilidad inapelable, atractiva tanto si te has aferrado al mando de una consola desde tu infancia como si no sabes lo que es un Joy-Con. "Lo importante no es que a nuestros personajes le gusten los videojuegos, sino que tienen una pasión que se siente universal al tratar a los protagonistas de manera sincera", apuntala Burch.
Charlotte Nicdao y Rob McElhenney en 'Mythic Quest'
Lucha de leones
Por más que 'Mythic Quest' crezca más allá de su universo interactivo, el juego sigue siendo el pegamento que conecta a todos los protagonistas, liderados una vez más por Ian (McElhenney)... y en esta ocasión también por Poppy (Charlotte Nicdao). Tras las distensiones del final de la primera temporada, el director creativo acabo accediendo a que su "pincel" ascendiera y compartiera sus responsabilidades, lo cual provocará que el caos ande aún más suelto en los nuevos episodios. "Lo divertido de la dinámica es que Poppy es una mujer tan narcisista como él. Es muy divertido jugar con la idea de que irrumpa con un ego más grande que el suyo", comenta Nicdao.
La lucha por controlar la sabana del estudio permite a ambos personajes comprender sus frustraciones y ambiciones, volviendo a apelar tanto al humor más evidente como a la construcción elaborada de sus identidades. En el caso de Ian, esa identidad va profundamente ligada a la posición de superioridad que el hombre ostenta, como en tantos otros espacios, en el mundo del desarrollo de videojuegos. "Me fascina el tema de la masculinidad, cómo los hombres navegan por la vida y cómo eso afecta a todo el mundo, sobre todo en los espacios de trabajo. También me llama la atención que haya gente que considere que es un cumplido que te llamen supermasculino. Así que quería empujar a alguien así a tener que compartir su poder con otra persona", afirma McElhenney que, al igual que el juego, tiene menos presencia en esta tanda, pero su impronta creativa está más que presente, ya que vuelve a desempeñarse con acierto como director.
Danny Pudi y Jessie Ennis en 'Mythic Quest'
La semilla del diablo
Por jerarquía, el resto de personajes deberían encontrarse bajo el yugo de Poppy e Ian, pero la realidad es que cada uno de sus compañeros de oficina tienen un amplio margen para seguir creciendo. En el caso de Jo (Jessie Ennis), esa expansión pasa por abandonar a David (David Hornsby) para aprender de primera mano las pérfidas habilidades de Brad (Danny Pudi). "Vemos qué pasa cuando empieza a trabajar para él. Es tan despiadado como ella", reconoce Ennis. Por su parte, Brad empieza a mostrar síntomas de humanidad justo cuando recibe a su nueva pupila, mostrando una dimensión totalmente nueva del maquiavélico responsable de monetización. "A medida que avanza la temporada, Brad se abre en cierta medida y se muestran sus mayores miedos. Cada detalle personal le hace más vulnerable", reflexiona Pudi.
Y si entre Brad y Jo se establece una dinámica muy interesante, pero que les absorbe, la relación de C.W. (F. Murray Abraham) con el resto de la oficina vuelve a ser muy fluida, saltando de una trama a otra y divirtiéndose en el proceso, al igual que el propio actor que le da vida. "Es difícil describir lo que supone estar en el set con cuatro generaciones de actores. Es increíble. Y no interpreto a un abuelo que no tiene nada que hacer, sino que contribuyo y aprenden de mí", explica con entusiasmo el veterano F. Murray Abraham, que se ha convertido en la envidia de sus colegas de profesión: "Les encanta este personaje. Todos me dicen que quieren estar en esta serie".
Imani Hakim y Ashly Burch en 'Mythic Quest'
La importancia de la representación
Por último, el reparto principal lo completan Rachel y Dana, la pareja compuesta por Burch e Imani Hakim, que experimenta altibajos a lo largo de la temporada, manteniéndose de todas formas como un faro capaz de representar a aquellos colectivos que merecen tener su espacio, tanto en la industria del videojuego como en la propia sociedad. "Estar en una serie así hace que te empoderes, porque estás en un espacio seguro en el que puedes verbalizar todo tus preocupaciones", señala Hakim, que comparte con Burch su temprana irrupción en el mundo del entretenimiento y el proceso de tener que encontrar su lugar en un entorno en el que la diversidad sigue siendo una batalla abierta.
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"Durante mucho tiempo me ponía nerviosa a la hora de expresar mi opinión en la industria de los videojuegos, porque intimida estar en una sala repleta de hombres. Tuve que madurar un poco y aprender para sentir que podía expresarme libremente", expone Burch, que tiene la esperanza de que 'Mythic Quest' sea un referente que tenga tanto impacto social como poderío cómico y humano: "Espero que las nuevas generaciones de mujeres sientan que tienen un espacio en el mundo de los videojuegos, y nuestra serie muestra eso: puedes hacer lo que te propongas".