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Nacho Duato emociona con un discurso sobre la visibilidad LGTB: "Mi padre me decía que hablara como un hombre"

El bailarín ha relatado en la final de 'Prodigios' la dura infancia que vivió por querer dedicarse a la danza.

Por Fernando S. Palenzuela El 28 de Abril 2019 | 13:25

'Prodigios' celebraba la final en la noche del 27 de abril, coronando a Saïd Ramos como el ganador de esta primera edición. El bailarín logró emocionar al jurado y a los asistentes con su número de danza clásica, pero quien más lo vivió fue Nacho Duato, su juez, quien aprovechó la ocasión para abrirse en cuerpo y alma y mostrar la dura infancia a la que ha tenido que enfrentarse por querer dedicarse a esta disciplina artística.

Nacho Duato en la final de 'Prodigios'

"No suelo hablar de mi vida, pero cuando te veo bailar pienso en algo que te voy a decir ahora", comenzaba el bailarín, dirigiéndose al joven prodigio, quien se encontraba en el escenario junto a Boris Izaguirre. "Empecé a bailar a los 13 años. En casa no me dejaban, me tuve que ir a un estudio de ballet, pero no había niños, todo eran niñas. Cuando salía tenía que poner las mallas en las zapatillas escondidas porque los niños de mi colegio me llamaban 'marica' o 'eso es para nenas'".

Sin embargo, sus palabras no solo se centraron en recordar a aquellos que le insultaban, sino también en lo complicado que fue sobrellevar la situación en casa: "Mi padre me decía: 'habla como un hombre', y yo le respondía que tenía 12 años, que no podía hablar como un hombre". Además, ha relatado cómo en las reuniones familiares jugaba con su prima Ana Duato, pero lo hacía a escondidas por miedo a lo que le pudiera decir alguno de sus tíos.

"Mi padre en toda mi carrera creo que ha venido a verme bailar cuatro veces y cuando te veo bailar pienso en lo joven que eres y en lo que dijiste el otro día de que querías ganar para reivindicar el puesto del hombre en la danza", se dirigía Duato a Saïd. "Cuando el otro día veía a tu padre cómo te apoyaba, yo que siempre he pasado un poco de todo y decía 'bueno, si no viene mi padre es porque está muy ocupado', pero ahora pienso qué cosa más grande me he perdido", relataba. "Sigue adelante porque sé que lo vas a conseguir, qué suerte que hayas nacido en una España libre, una España democrática, y no la que me tocó vivir a mí", terminaba, llevándose el aplauso de todos los asistentes.

Saïd Ramos, primer prodigio español

Precisamente Saïd Ramos, el joven al que Nacho Duato dedicaba sus emocionantes palabras, es quien terminó alzándose con el título de primer prodigio español. Carla Gómez y Jaime Infante llegaron a la última cita en la disciplina de instrumento, al igual que Lucía Rodrigo y Raúl Parejo en la de canto y Elisabetta Fasoglio y Saïd Ramos en la de danza. Finalmente este último fue el escogido como ganador por el público, quien se alzó con el premio de 20 mil euros y un curso de perfeccionamiento en el Centro de Alto Rendimiento Musical de la Universidad Alfonso X El Sabio.