Los juegos que hacen los participantes de 'La isla de las tentaciones 6' son cada vez más peligrosos e intensos, incluso, en ocasiones, dejan algún que otro enfado. Esto es lo que ha ocurrido entre Naomi Asensi y Napoli. "Estoy sintiendo que Napoli en realidad no es un apoyo porque no ha venido ni ha preguntarme cómo estoy. Es que encima que estoy yo con mi movida aún viene con sus cabreos de mierda. Así que prefiero irme a dormir y mañana será otro día", escuchábamos decir a Naomi en un total durante el programa que ya empezaba con cierto distanciamiento entre ellos.
La pareja ya ha dado rienda suelta a la pasión y su acercamiento ha llevado consigo las primeras disputas entre ambos, tal y como ha ocurrido en uno de los retos a los que han jugado en una de las fiestas. El italiano dijo que jugaría con la chica que quisiera, algo que ha molestado a Naomi, quien ha aprovechado para devolvérsela y no darle un beso en la boca a su tentador cuando le tocó su ronda. Ambos estuvieron hablando, pero no solucionaron nada en el momento. "Te lo juro por Dios que es la última vez que me acerco a ti [...] Mira cómo estás de enfadado. Me amargas", le reprochaba la todavía novia de Adrián.
Naomi y Napoli en la 'Isla de las tentaciones 6'
La fiesta se torció para la pareja y Naomi acabó enfadada y yéndose a su dormitorio: "Me he subido a la habitación porque no soporto más a Napoli, es que no lo soporto más. Estoy muy cabreada y estoy muy harta y se lo va a tener que currar". Poco le duró el enfado a la participante, pues volvió a bajar a por Napoli y esta vez a la habitación subieron juntos. Allí los reproches dieron lugar a los besos y pronto se abrió paso la ardiente pasión entre ambos: "Madre mía, yo ya estoy cachondo".
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La cama les aburre y pasaron a la ducha
"¿Estás enfadada? No me lo creo", bromeaba Napoli durante la reconciliación. El deseo se desató y, tras apagar las luces de la habitación, el italiano guió a Naomi hasta la ducha para continuar allí lo que habían empezado. Ella se mostraba nerviosa y verbalizó estar preocupada por si las cámaras del programa estarían captando ese momento. "No se va a ver nada", le tranquilizaba el italiano al tiempo que desataban sus instintos.