El caso de Natalia Grace conmocionó al mundo. Su madre adoptiva, Kristine Barnett, concedía hace más de un mes una entrevista para el Daily Mail en la que explicaba el infierno que vivió con ella. Según su relato, su hija en realidad no era una niña, sino una adulta psicópata que intentaba matarla. La publicación se hizo viral en apenas unas horas y eran muchos los que comparaban su testimonio con el argumento de la película de terror "La huérfana". Pues bien, ahondando en el fondo de la historia, parece ser que todo fue una invención de Barnett, que está acusada junto a su exmarido Michael de abandono de menores, para deshacerse de la pequeña, que ahora, convertida ya en adolescente, da la cara en televisión.
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Porque, qué pasó realmente con Natalia Grace. La niña fue adoptada por el matrimonio en un orfanato de Ucrania cuando tenía seis años. El proceso tardó apenas 24 horas, cuando estos procedimientos suelen demorarse meses, incluso años. Los Barnett se llevaron a la pequeña a vivir con ellos a su casa de Indiana (Estados Unidos) y todo parecía ir bien hasta que la madre empezó a notar cosas extrañas, como que Natalia ya tenía vello púbico y la menstruación. Esto le llevó a pensar que tenía más años de los que ponía en su partida de nacimiento. Tan convencida acabó de esto que, en 2012, consiguió cambiar la edad legal de la niña de nueve a 22 años. Cómo lo lograron es otro de los interrogantes del caso. Después de todo este periplo, la familia se trasladó a Canadá y abandonó a la niña en un piso de Lafayette (Indiana), pagando un año de alquiler y cheques comida.
Kristine Barnett se justifica en que su hija en realidad era una psicópata que intentaba matarlos y asegura que una vez trató de lanzarla contra una valla electrificada. Por ello, la internó en un centro psiquiátrico donde consiguió un informe que acreditaba su historia sobre la edad, firmado por el doctor Andrew McLaren, de la Clínica de la Universidad de Indiana.
Las contradicciones
Sin embargo, al poco de que saliera su testimonio a la luz, otras versiones lo iban contradiciendo. Al parecer, Natalia Grace padece displasia espondiloepifisaria congénita, un trastorno en los huesos que causa enanismo y anomalías esqueléticas, entre otras cosas. También provoca un desarrollo sexual prematuro, lo que se relaciona con el vello público y la menstruación. Además, en la ecuación influye otro factor. La familia descubrió al poco de adoptarla que su otro hijo, Jacob, era un genio para las matemáticas, interesándose por él el Instituto Perimeter de Física Teórica, ubicado en la ciudad canadiense de Waterloo. Así pues, los Barnett hicieron las maletas y el resto de la historia ya es conocida.
Ahora, mientras que Kristine Barnett sigue defendiendo su versión de los hechos, el abogado defensor de su exmarido confirmó para El Confidencial que la niña no era una adulta y que fue su exmujer la que le obligó a decir que sí. La única que queda por hablar es ella, Natalia Grace.
