Tras unas votaciones ajustadísimas, Suiza se hizo por sorpresa con el Micrófono de Cristal con el tema "The Code" y una propuesta defendida por Nemo. Le cantante no binario logró imponerse al croata Baby Lasagna y su "Rim Tim Tagi Dim", la canción que partía como gran favorita en las casas de apuestas, y a la israelí Eden Golan, segunda en el televoto (y primera en España) pero con una cifra insuficiente.
Al principio de la rueda de prensa posterior a la final, Nemo se mostraba feliz, abrumade e intentando procesar todo lo que le estaba sucediendo pero, sobre todo, quería reconocer el trabajo de todos los artistas queer que han participado este año en el festival."Saber que una canción que ha cambiado mi vida, y una canción en la que hablo de mi historia ha tocado a tanta gente y puede que haya inspirado a otras personas a ser fieles a sus historias es lo más loco que me ha pasado en mi vida", reconoce le artista.
Nemo recogiendo el Micrófono de Cristal de Eurovision 2024
No obstante, las preguntas sobre el conflicto israelí-palestino no tardaron en llegar, un tema que ha sobrevolado desde hace meses el Festival y que sin duda ha afectado a sus participantes. "Toda la experiencia ha sido muy intensa y no siempre agradable. Ha habido muchas cosas que no parecía que todo girasen en torno al amor y la unidad y eso me entristeció. Y, a la vez, hubo mucho amor, mucha unidad, diferentes culturas encontrándose y gente llena de positividad y de amor por la música", confiesa Nemo.
"Que existiese gente así en el mundo me dio esperanzas. Necesitamos trabajar para crear ese ambiente, y preguntarnos qué queremos defender. Espero que Eurovision continue defendiendo la paz y el amor en el futuro. Pero creo que todavía necesita mucho trabajo", añade.
Necesidad de cambios
Preguntado por el hecho de que él hubiese lucido la bandera no binaria durante el desfile de banderas inicial cuando algunos fans intentaron introducir esa misma bandera sin éxito por culpa de la seguridad del evento, le interprete no dudó en acusar a la UER. "Es increíble. Yo tuve que colar la mía porque Eurovisión dijo que no. Espero que otros hayan hecho lo mismo."
"Es claramente un doble rasero. He roto el código y el trofeo. El trofeo se puede arreglar así que, tal vez, Eurovisión necesite algo de arreglo también", afirmó Nemo, que utiliza como metáfora la inoportuna rotura del famoso Micrófono de Cristal durante su actuación final. La respuesta, por cierto, despertó el aplauso de los periodistas acreditados.