El mercado indio es uno de los más prominentes a nivel internacional. A su descomunal industria cinematográfica, la más abundante del mundo en número de producciones anuales, se ha sumado también la presencia de las nuevas plataformas de streaming. El problema es que los códigos de regulación de contenidos que se aplican para practicar una censura temática en la industria tradicional no abarcan a las plataformas de streaming, que se han abrazado a una nueva regulación para limitar su contenido de manera autónoma.
Fotograma de 'Juegos sagrados'
Una de las plataformas que ha llegado pisando fuerte es Netflix. En verano de 2018 estrenó su primera serie original india, 'Juegos sagrados', y a lo largo del año anunció casi una decena de películas en desarrollo y una cantidad equiparable de series dirigidas al abundante mercado autóctono. Sin embargo, su irrupción no ha sido un camino de rosas, ya que la llegada de 'Juegos sagrados' generó tal polémica por su representación del antiguo primer ministro indio, Rajiv Gandhi, que le supuso a Netflix una denuncia.
Ante esa controversia, compañías como Netflix, Fox, Sony o Comcast han decidido prevenir y autocensurarse para evitar quebraderos legales. Esta resolución supone un hito para Netflix, ya que es la primera vez que la compañía dirigida por Ted Sarandos se somete a este tipo de regulaciones en un país en concreto. Previamente, Netflix ya había aceptado condiciones similares en un acuerdo más amplio para la región del sureste asiático.
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La otra cara de la moneda
Por su parte, Amazon ha decidido no sumarse por el momento a sus competidores y las plataformas locales, y han matizado su posición a The Hollywood Reporter: "Aunque estamos estudiando la situación, creemos que la legislación actual es la adecuada para cumplir con esta misión." Por lo que está por ver si finalmente uno de los estandartes del comercio global rechaza la regulación o si se suma a la autocensura de sus compañeros de mercado.