La Unión Europea aprieta a los canales, incluyendo servicios de streaming como Netflix, HBO o Amazon, para que inviertan en producción europea. Por lo menos un 30% de lo que emitan deberá pertenecer a países de la Unión, tal y como exige la nueva normativa para servicios audiovisuales que se ha aprobado en el Parlamento Europeo de Bruselas.
María Pedraza e Itzán Escamilla en 'Élite', última producción de Netflix España
Eso sí, lo que la normativa incluye es la emisión de producciones locales europeas, no su producción. Por lo tanto, podrían comprar a otros canales o productoras de toda la Unión Europea series o programas locales, necesitando un desembolso teóricamente menor de dinero. Por otra parte, sí que tendrán que pagar un "impuesto cultural" para ayudar al desarrollo de la industria cultural europea, algo a lo que están sometidos los canales tradicionales pero no las nuevas plataformas.
La carrera por cumplir con Europa
La legislación, que también incluye medidas para la protección de menores o un límite al tiempo de publicidad, será firmada por los Estados miembros en diciembre, aunque, como toda legislación europea, los países tendrán dos años para incorporarlo a su legislación. Amazon o HBO pueden tener problemas para evitar sanciones en caso de que la ley se aplique muy pronto, aunque Netflix podría cumplir de forma desahogada ya que este año ha destinado alrededor de mil millones de dólares a la producción europea.