No es oro todo lo que reluce. Queda claro después de analizar la investigación de The Wall Street Journal que ha sacado a la luz las vergüenzas de Netflix con respecto a sus empleados, a los que obliga a señalar a quiénes de sus compañeros despedirían si quieren mantener su propio puesto. Es solo una de las censurables técnicas del gigante del streaming.
Netflix y las polémicas presiones a sus trabajadores
Al parecer, en Netflix todo se delata y se comparte en público. Según el informe de The Wall Street Journal, cuando un empleado es despedido por la razón que sea, inmediatamente se envía un mail al resto de los trabajadores para hacer constar el despido y los motivos que han llevado a la compañía a tomar esa decisión.
Para dar forma a esta investigación, el diario estadounidense ha echado mano de hasta 70 testimonios de trabajadores con distintos niveles de responsabilidad dentro del organigrama de Netflix. Varios mandos intermedios reconocieron que, por miedo a ser despedidos ellos mismos, prefirieron señalar o delatar a un compañero y así evitar su propia destitución.
Según The Wall Street Journal, el CEO de Netflix, Reed Hastings, "no está comprometido con la emoción" y utiliza de manera rutinaria lo que se conoce como 'keeper test' para evaluar a los empleados. Lo usó incluso para despedir a un amigo cercano, Neil Hunt, que llevaba 18 años trabajando en la compañía y que hasta el año pasado ocupaba el puesto de Jefe de producto de Netflix.
¿Qué dice Netflix?
Al respecto de sus procedimientos de despido, Netflix deja constancia en su propia página web. "Si uno de los miembros del equipo estaba pensando en irse a otra empresa, ¿se esforzaría el gerente en evitar que se vaya?", cita la compañía. Por tanto, si un trabajador no pasa el 'keeper test', se le otorga "de manera rápida y respetuosa un paquete de indemnización generoso para que podamos encontrar a alguien para esa posición que haga aun mejor el equipo de ensueño", dijo Netflix.
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Algunos gerentes aseguraron a The Wall Street Journal que se sentían presionados para despedir a trabajadores y que "se arriesgaban a parecer blandos", puesto que aquellos que callan antes de señalar a sus compañeros son despedidos por entender que no encajan con la filosofía de empresa. Este modus operandi, aprobado por Hastings, no deja de levantar ampollas entre varios ejecutivos de la compañía, que esperan pronto la reunión de primavera para aclarar el tema. Mientras tanto, en Netflix parece que la espada de Damocles pende sobre todos y cada uno de sus trabajadores.