Netflix ha conseguido que sus contenidos originales tengan un papel primordial en su catálogo. Sin embargo, los contenidos licenciados siguen siendo muy relevantes, como ha demostrado recientemente 'Suits: La clave del éxito', por lo que no hay que perder de vista aquellos títulos que, pese a pertenecer a épocas que empiezan a quedar lejanas, todavía conservan un encanto al que pocas ficciones actuales pueden aspirar (y mucho menos alcanzar).
Así pues, la plataforma de Los Gatos no ha borrado de su radar a dos auténticos clásicos de la pequeña pantalla que, tras pasar por el catálogo de su división española, terminaron migrando a otros servicios. Nos referimos a 'Perdidos' y 'Mad Men', cuyos regresos a Netflix han sido confirmados recientemente a través de las redes sociales. La primera de las dos en volcarse al completo será 'Mad Men', ya que sus siete temporadas estarán disponibles el 1 de agosto. Por tanto, quien quiera descubrir o redescubrir este laureado drama de AMC, que se convirtió en uno de los grandes estandartes de aquella Edad de Oro de la televisión compartida con 'Breaking Bad' o 'Dexter', tiene ante sí una oportunidad ideal para hacerlo.
John Slattery y Jon Hamm en 'Mad Men'
Jon Hamm era el principal protagonista de esta ficción creada por Matthew Weiner, un guionista que previamente se había curtido en 'Los Soprano' escribiendo algunos de sus capítulos más memorables. A lo largo de sus ocho años en antena, entre 2007 y 2015, 'Mad Men' se alzó con el Emmy a la mejor serie de drama hasta en cuatro ocasiones, así como con tres Globos de Oro en la misma categoría. Su trama giraba en torno a una agencia de publicidad afincada en el Nueva York de los años sesenta, una época de cambio social vista a través del prisma de aquellos ejecutivos tan brillantes como atormentados.
Lo más leído
El mayor misterio del siglo
En el caso de 'Perdidos', sus seis temporadas llegarán a Netflix el 15 de agosto. Desde ese momento se podrán ver los 121 episodios de la serie que reinventó los fenómenos televisivos en 2004. Y es que su debut hace dos décadas fue todo un seísmo para los seriéfilos, que se toparon con un proyecto plagado de interrogantes que, con mayor o menor atino, se resolvieron en un cierre que terminó dividiendo a sus millones de fans. Sin embargo, más allá de ese desenlace, es innegable el impacto cultural que tuvo la obra de Jeffrey Lieber, J.J. Abrams y Damon Lindelof, que desafió los límites de una network como ABC con una historia que no ha perdido un ápice de vigencia desde entonces.