La etiqueta de "serie más cara de la historia" le ha podido pesar más de la cuenta a 'El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder'. Con sus 465 millones de dólares de presupuesto y una promoción masiva, la serie cruzó la barrera de los 100 millones de espectadores en todo el mundo, llegando a ser vista durante 24.000 millones de minutos durante sus primeros meses, como se apuntó en diciembre. Esas cifras rimbombantes, similares a los bailes de números que publica Netflix cada miércoles, podrían justificar la insólita inversión de Amazon, pero una métrica opacada hasta ahora podría cambiar la narrativa con respecto al proyecto.
Según fuentes internas consultadas por The Hollywood Reporter, la primera temporada de 'Los Anillos de Poder' tan solo ha sido vista al completo por el 37% de los clientes de Prime Video en Estados Unidos que empezaron a consumirla. Mientras tanto, a nivel global ese porcentaje asciende al 45%. Debido a la escasez de datos compartidos por las plataformas, resulta complicado sacar conclusiones a primera vista, ya que la tasa de compleción no está muy extendida en el terreno televisivo, pero los insiders consultados por el medio citado previamente indican que un 50% sería un resultado "sólido, pero no espectacular".
'El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder'
Aun así, la mandamás de Amazon Studios, Jennifer Salke, ha vuelto a salir al paso para defender la controvertida serie: "Este deseo de pintar la serie como algo que no sea un éxito no es representativo de las conversaciones que estoy teniendo a nivel interno". No obstante, múltiples creativos y ejecutivos ligados, actual o previamente, a Amazon, han aprovechado este reportaje para poner en tela de juicio el mandato de Salke que, como se destapara recientemente con Marvel Studios, estaría marcado por la desorganización y una cuestionable distribución del gasto.
Visión diluida
"No existe la visión de qué es una serie de Amazon Prime Video. No puedes decir, 'Apoyan este tipo de historias'. Lo que hacen y cómo lo hacen es totalmente aleatorio", desvela un showrunner sobre la política de desarrollo de la compañía, que es descrita como "confusa y frustrante". En este sentido, se señala principalmente a dos ejecutivos: Salke y Vernon Sanders, responsable de Televisión de Amazon Studios. En el caso de la primera, se la acusa de "perseguir aquello que ve atractivo", como podría ser el caso de 'Inseparables' y la implicación de Rachel Weisz. Sin embargo, la pretensión de convertir esos proyectos con ciertos mimbres autorales en éxitos "a lo 'Reacher'", no suele cumplirse.
La comparación con la serie de acción no es baladí, ya que las fuentes consultadas por THR especifican que Salke ha fijado "objetivos contradictorios". Aunque de cara a la galería se insista en que Amazon es "un hogar para los talentos", la gestión se estaría distanciando cada vez más de ese planteamiento. "Ahora mismo estamos desesperados por conseguir éxitos asegurados", indica un ejecutivo de la empresa. Por tanto, actualmente el foco estaría puesto en proyectos potencialmente seguros (y menos arriesgados), como 'Reacher'.
En lo que respecta a Sanders, la principal preocupación también radica en su forma de abordar el trabajo. "Nadie sabe qué es lo que le gusta", comenta un antiguo ejecutivo, respaldado por un productor: "Cuando hablas con él sobre un proyecto, sales sin saber en qué posición estás. ¿Qué tipo de series le interesa hacer? Al final, eso complica que el talento confíe en él". Además, se expone que Sanders confía mucho en los focus groups, la muestras en las que ciudadanos de a pie valoran el contenido que se les muestra.
De algunas de esas pruebas se concluyó que las historias LGBTIQ+ eran menos atractivas, y se llegó a sugerir que los materiales promocionales de 'Ellas dan el golpe' omitieran esos elementos. Así pues, la inclusión y la diversidad no estarían precisamente en lo más alto de la escala de prioridades de Amazon, que, al atender tanto a las puntuaciones del público, se habría sometido a una dependencia preocupante. "La perpetuación de los hombres blancos con armas es una profecía autocumplida", critica un veterano de la compañía.
Acuerdos infructuosos
Otro síntoma del desorden institucional sería la estrategia relativa a los acuerdos de desarrollo con afamados creativos. Los Nolan, Phoebe Waller-Bridge o Donald Glover son algunos de los cotizados talentos que se han amparado bajo el millonario paraguas de Amazon, aunque no todos los pactos han generado resultados. Por ejemplo, Waller-Bridge no concretó ningún proyecto durante la primera fase del acuerdo, que fue renovado recientemente con la promesa de desarrollar proyectos de Tomb Raider, pero hasta ahora no se ha visto nada con su firma. Lo mismo sucedió con Lena Waithe, que no aportó un solo proyecto en sus dos años de vínculo contractual, por los que se habría embolsado 16 millones de dólares.
"No aprenden de sus errores. Dicen, 'No podemos hacer más acuerdos como esos'. Entonces te das la vuelta y ya han vuelto a, como se dice de manera políticamente incorrecta, ponerse a follar con las estrellas", aporta un showrunner que ha trabajado ampliamente en Amazon. "Si tuviéramos jefes como John Landgraf, Casey Bloys o alguien que tuviera más credibilidad e interacción directa con el desarrollo de las series, sería más sencillo gastar menos", esgrime otro ejecutivo, comparando la gestión de Amazon con la de FX y la de HBO.
Y ahí se localizaría otro presunto problema: la escasa preocupación por el trabajo de los creativos. "Actuamos como si no importara que tengamos o no conversaciones profundas con los talentos. Un tipo como Donald Glover podría pensar, 'Ni de coña voy a llegar a un acuerdo con esa gente a no ser que me paguen de más'. Sé que somos terceros o cuartos en sus listas de prioridades. Los agentes son muy directos al respecto, 'Pagáis una prima por ser Amazon'. Tienen clientes que preferirían trabajar en otros sitios", concluye, tajante, el ejecutivo.
Richard Madden y Priyanka Chopra en 'Citadel'
Derroche constante
Las problemáticas anteriores se traducen en una consecuencia evidente: el dispendio excesivo. El ejemplo más evidente es la propia 'Los Anillos de Poder', aunque está bien acompañada. 'The Peripheral', que precisamente recogió el testigo de la serie de 'El Señor de los Anillos' en octubre, tuvo un presupuesto de 175 millones de dólares y fue renovada pese a su "tibia acogida". "Probablemente la tendrían que haber cancelado", reconoce un insider, pero Amazon habría dado luz verde a una segunda temporada por su acuerdo con los Nolan, que también ha dado pie a la costosísima 'Fallout'.
En unas cifras similares se encuentra la reciente 'Todos quieren a Daisy Jones', cuya primera temporada habría tenido un presupuesto de 140 millones de dólares, impactado en buena medida por los protocolos impuestos por la pandemia. En este caso, el recibimiento ha sido más caluroso, pero estaría lejos de cumplir con las previsiones de la plataforma. Mientras tanto, 'Enjambre', creada por Glover y Janine Nabers y producida por unos más modestos 30 millones, está rindiendo con una gran fortaleza.
Ese contraste podría suponer un toque de atención, pero todo apunta a que Amazon seguirá confiando en los blockbusters, aunque su rendimiento no siempre esté a la altura. Así lo demuestra 'Citadel', que llegará el 28 de abril a Prime Video tras superar una producción catastrófica que, con un cambio de showrunner y habiendo tirado a la basura gran parte del material filmado, ha tenido un coste de unos 300 millones de dólares. Aun así, la serie ha sido renovada por una segunda temporada y ya tiene varios spin-offs locales en marcha.
"Hay un par de aspectos por los que no entiendo la apuesta que se está haciendo", manifiesta otro ejecutivo de Amazon, aunque Salke defiende sus decisiones señalando que lo sucedido con 'Citadel' pude pasar en "los esfuerzos creativos mejor gestionados con el mayor nivel de talento". Y además, asegura que estas grandes producciones están "motivando a la gente a suscribirse a Prime", aunque los datos sobre la amplitud exacta de la clientela del servicio de Amazon, que superaría los 200 millones, se desconoce.
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"Estamos programando para más de 250 millones de hogares alrededor de todo el mundo", asevera una Salke cuya aventura en el gigante del comercio sigue en marcha pese a estas todas estas carencias que, en contraposición a lo que suele suceder en este tipo de reportajes, han sido afrontadas por la ejecutiva: "¿Nos imponemos presión para ser más disciplinados y más estratégicos? Por supuesto. Estamos valorando consistentemente si producimos la cantidad adecuada de contenido con el valor correcto para conectar lo máximo posible con nuestro servicio".