La noche del domingo 1 de diciembre, 'GH VIP 7' celebró una nueva gala a escasas semanas de la gran final, con Adara Molinero, Estela Grande y Mila Ximénez como últimas nominadas de la edición, mientras que Alba Carrillo y Noemí Salazar se convirtieron en las primeras finalistas. Salazar, de hecho, aun sin saber su condición de finalista, se encerró en el confesionario durante una fiesta en la casa, con el fin de sincerarse con la organización y agradecerles que hubieran contado con ella.
Noemí Salazar, emocionada en el confesionario de 'GH VIP 7'
"Me quería pasar para daros las gracias por todos los momentos que estoy viviendo aquí en la casa", declaró la concursante al entrar en el confesionario, donde calificó la experiencia de "inolvidable" y confesó sentirse "súper feliz". "Me siento como disfrutando de cosas que son súper básicas pero que yo no he vivido nunca", reconoció Salazar, tras lo cual señaló que era "una niña que siempre estaba a lo mejor muy protegida". "Pasé de estar con mis padres a casarme, no he tenido transición", declaró Noemí.
"Todo me parecía raro, todo lo observaba. Veía personas muy diferentes a lo que estoy acostumbrada, también por mi cultura", añadió la concursante, después de señalar que estaba "viviendo ahora cosas que nunca imaginaba ya vivirlas", como estar fuera de su casa o conocer gente nueva. "No me abría también del todo porque pensaba que a lo mejor podían decir que soy un bicho raro", admitió Salazar, tras lo cual matizó que se había dado cuenta de que, "en el fondo, no somos tan distintos". "Todos tenemos la necesidad de tener cariño. Es con lo que me quedo", concluyó Noemí.
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"Me he dado cuenta de que valgo"
"A mí, 'Gran hermano' me ha hecho confiar más en mí, quitarme muchas inseguridades. Pensaba que yo sola no era capaz de nada, porque siempre he estado muy unida a mi madre", confesó la concursante, emocionada. Noemí explicó que su madre, Raquel Salazar, siempre le había dado "mucha seguridad" y que no se había separado de ella ni cuando se había casado, dado que eran vecinas. "Sé que no soy lo mismo sin ella, porque me falta mi mitad, pero me he dado cuenta de que valgo por mí misma y eso me hace sentir bien", admitió Salazar, quien alabó el hecho de que su madre valiera "para todo", algo de lo que ella no se había visto capaz. "Jamás se me ha pasado por la cabeza tirar la toalla", concluyó la concursante, optimista, a la hora de analizar su paso por el reality.