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Carlos Sobera, en imágenes 12 fotos
No hay un día que en 'First Dates' alguno de sus comensales nos deje sin palabras. Antonia y Jordi llegaron al programa para encontrar una pareja con quien compartir su día a día pero acabaron saliendo del programa con más ganas de seguir solteros que acompañados. Tita llevó el folclore por bandera durante toda la velada pero chocó con Jordi que tenía un concepto diferente de arte.
Jordi y Antonia en 'First Dates'
Jordi llegó desde Tarragona y aseguraba que el amor le había brindado miles de oportunidades: "He tenido la compañía de muchas mujeres guapas y bonitas". Se definía como un hombre sincero, por eso en cuanto vio a Tita no se cortó ni un pelo: "Las mujeres gordas me gustan mucho de lejos", decía. "Nunca he entendido ni he aceptado ese tipo de folclore del sur de la península. Me tocó hacer de tripas corazón y aguantar el chaparrón", dijo a los pocos minutos de estar con Antonia.
"Un poco pesadita hablando. Yo he aguantado eso porque me he bebido mi copa de vino y la suya", aseguró Jordi. En el terreno sexual Antonia le confesó que al no tener pareja se había comprado un muñeco al que le había puesto José: "Te garantizo que mi José da la talla perfecta". Por su parte Jordi confesó que su talento sexual era el "cunnilingus" pero Tita desconocía el nombre de ese tipo de arte: "Creía que se refería a las alcaparras pequeñitas".
Decisión final
Como era de esperar, en la sala de la decisión final, ambos no han querido darse una segunda oportunidad. A Tita le ha sentado muy mal que le hablara del sexo tan abiertamente y Jordi no ha logrado entender la personalidad de ella. Cuando la definición de arte se entiende de diferente forma es mejor que cada cual vaya por su camino.