Un equipo del 'El programa de Ana Rosa' viajó a Badalona para conocer de primera mano cómo se encontraban los supervivientes después del incendio que se había producido en una nave industrial, donde perdieron la vida cuatro personas. Después de que el ayuntamiento terminase de derrumbar el edificio, los okupas volvieron a vivir en la zona, en un campamento ilegal. El cámara y el reportero del programa emitido en Telecinco han vivido en primera persona la tensa situación que muchos vecinos han sufrido durante años.
Okupa agrede a cámara de 'El programa de Ana Rosa'
Miquel Valls y un técnico de cámara se desplazaron el 19 de enero a la zona afectada. Sin entrar en el campamento, un okupa salió muy ofendido y se puso a grabar al equipo de 'El programa de Ana Rosa' con un teléfono móvil, intentando echar los periodistas del barrio: "¿Me estás grabando? Te estoy grabando. ¡Fuera! No grabes aquí", soltó el hombre, que no quiso en ningún momento hablar con el reportero de Telecinco. A los pocos minutos llegaron otros dos compañeros con peores humos y empujando a los comunicadores: "¡Llama a la policía si quieres hijo de puta! ¡Llama!", gritaron los agresores.
"Acaban de golpear a mi cámara tres veces", narró el periodista mientras muestra las imágenes que grabó un vecino que pasaba por allí y que también recibió un golpe: "¡Ehhh, ehhh! ¡Pero qué haces! ¡Me has pegado! ¡Te voy a denunciar!". Después, el hombre quiso explicar cómo vivió la tensa situación frente a las cámaras de 'El programa de Ana Rosa': "He cogido el móvil para grabar porque he visto que os estaban amenazando y he recibido un puñetazo gratuito por parte de ellos", declaró la víctima, quien asegura que "su pareja no quiere pasar con su niña por delante" porque les han visto "muchas veces pelearse" y les da miedo. Finalmente, el equipo del programa llamó a la policía y denunció la agresiva situación que soportaron.
La situación de los vecinos
El 20 de enero, Miquel Valls volvió al barrio de Badalona para conectar en directo con 'El programa de Ana Rosa' y entrevistar a los vecinos que estaban afectados por el campamento ilegal quienes llevan doce años en esa situación: "No solo os atacaron a vosotros, dos chicas de 18 años que estaban grabando para un trabajo del colegio, las empezaron a insultar. Salieron asustadísimas", comentó una habitante del barrio. Un vecino explica que "han llegado a defecar en plena calle solamente por molestar", entre muchas otras cosas.
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Varios de ellos se han planteado cambiarse de casa porque ya no pueden más con la situación de domicilio: "Esto es un bucle que va aumentando, ellos no tienen techo y se quedan aquí, ¿entonces, qué hacemos?", denunció una de las afectadas. "Han perdido el respeto absolutamente a las fuerzas de seguridad porque saben que no les va a pasar absolutamente nada", afirmó Ana Rosa Quintana tras ver las imágenes de la agresión. "Ahí hay 20 personas que tendrán que estar en algún sitio. Es todo un abandono, hay un problema y nadie hace nada".