La noche del miércoles 7 de julio, 'Supervivientes: Tierra de nadie' alcanzó su décimo tercera gala en Cuatro, de la mano de Carlos Sobera. En ella, se mostraron imágenes de Olga Moreno, en las que la sevillana arrebató parte de las recompensas que sus compañeros Alejandro Albalá y Melyssa Pinto habían conseguido a cambio de renunciar a las nominaciones y de cortarse el pelo, respectivamente. Un movimiento por parte de Moreno que afectó a la convivencia de los supervivientes, especialmente a la estrecha relación que habían mantenido Pinto y Moreno.
Olga Moreno, pillada en 'Supervivientes' comiendo el pollo y las patatas de Alejandro Albalá
Ante estas preguntas, Albalá comentó que había notado cómo tenía menos pollo y patatas, mientras Melyssa animaba al culpable de los robos a confesar. Una conversación que propició que Gianmarco Onestini recordara que, en el pasado, le había faltado un trozo de hamburguesa, momento en el que Tom Brusse reconoció haber sido el ladrón junto a Marta López, delante de parte de sus compañeros. "Todos lo saben, es algo gracioso, pero luego házselo tú a ellos", comentaba el italiano, enfadado. Pinto, por su parte, manifestó que "me han quitado más de medio bote" de crema de cacao, algo que no dudó en comentar con Lara Sajén, quien lo convirtió en tema de conversación al día siguiente, en presencia de Moreno. "No me he cortado el pelo para que venga un pringado a quitarme lo que es mío", protestaba la catalana.
"No quiero sentirme tonta"
Melyssa Pinto y Olga Moreno, muy serias después de que la segunda confiese haberle robado comida en 'Supervivientes'
A causa de la conversación, Moreno se animó a confesarse a solas con Pinto, lejos de las cámaras, que captaron a ambas concursantes junto antes de que cada una tomara su camino. "Por eso te puedo llegar a entender", se oía comentar a la catalana, antes de retirarse y dejar a su compañera a solas, llorando, sentimiento que también caló en la propia Pinto, que buscó consuelo en Sajén. Tras el encuentro entre ambas supervivientes, Moreno quiso compensar a la que había sido su amiga entregándole su bote de crema de cacao, casi vacío.
Sin embargo, la sevillana habría cambiado de opinión sobre dicha iniciativa, para indignación de Pinto, que se negó a devolvérselo con el argumento de que había recuperado lo que ella misma le había quitado. "Está la decepción y, aparte, me entristece porque yo la quiero", reconocía la concursante, sobre lo ocurrido, a pesar de lo cual "valoro que haya venido en mi cara y me lo haya dicho, pero estoy dolida". "Me cuesta asimilar lo que ha pasado", manifestaba la catalana, deseando "que todo volviera a la normalidad, porque la quiero". "Intento ponerme en su lugar, pero no quiero sentirme tonta al mismo tiempo", añadía Pinto, indecisa, iniciando así un distanciamiento con Moreno que acabó calando en el grupo.