Corría el año 2002 y 17 jóvenes amantes de la música se reunían bajo el techo de la Academia de 'Operación Triunfo'. Al igual que ha ocurrido con los concursantes de 'OT 2018', los de 'OT 2' llegaban con la presión de tener que igualar, en audiencia y simpatía del público, a los de la primera edición: los famosos Rosa López, David Bisbal, David Bustamante y compañía. Y en esta tesitura, se desató la tormenta.
Nina abronca a Vega, concursante de 'OT 2'
Por aquel entonces, Nina ocupaba las funciones de directora de la Academia. Desde el puesto que ahora ostenta Noemí Galera, la artista catalana se despachó a gusto con una de sus concursantes: Vega. Todo porque la cantante cordobesa se había quejado de que le tocase un tema de Rosario por segunda vez en el programa.
Ante tal observación, Nina se molestó tanto que emprendió una bronca de diez minutos que terminó con Vega llorando desconsolada y abandonando la sala de ensayos en la que se encontraban Manu Guix, su compañera Beth, con quien compartía canción esa semana y que terminaría representando a España en Eurovisión 2003, y la propia Noemí Galera.
Noemí Galera estaba presente durante la bronca de Nina a Vega en 'OT 2'
"Es una canción que me gusta, solamente he dicho que creía que no iba a cantar otra de Rosario", señalaba Vega al comienzo de la conversación. "La historia no es la razón, es que cada semana montamos un pollo con la canción", replicaba Nina muy enfadada con la actitud de la triunfita, que entendía que ella no había montando ningún pollo. Sin embargo, a Nina no le convencían sus argumentos: "Sí lo montas, cada semana. Y el día que tengas tu propio proyecto, y grabes tu disco y hagas tu historia, escogerás a tus músicos, tus temas, tus vestidos, tu coreografía, pero estás empezando y has adquirido un compromiso con una empresa para concursar en un programa, para descubrir si realmente hay talento y las cualidades que debe haber para ser una artista", le abroncaba Nina.
"Tienes que asumir una responsabilidad y ahí entra la posibilidad de que cantes tres semanas seguidas tres rumbas", explicaba la directora de la Academia. "Vale, vale, ya está, solo era una opinión", respondía Vega ya muy afectada por la situación. Noemí Galera tomaba la palabra entonces para decirle que entendía su opinión, "pero lo que no entiendo es que vengas llorando a decirlo. Esto no es un problema, no es para llorar", señalaba Galera.
"Si no te gustan las reglas, te vas"
"Me aguanto, pero solo es una opinión", comentaba Vega entre un mar de lágrimas. Pero a Nina no le parecía suficiente: "No es una opinión; es una queja, de lo cual no te puedes quejar porque estás en un concurso, hay unas reglas y tú has adquirido un compromiso y, si no te gusta, te vas". "No he venido a echar el rollo, lo único que quiero es probar los tonos", intentaba zanjar la concursante mientras Manu hacía sonar la canción, pero Nina no dejaba la conversación: "Es como si yo o cualquiera de los que hacemos este programa, cuando viene una complicación nos limpiamos las manos y decimos 'me voy'. Apechugar, hacerte fuerte, superar, ¿vale?", instaba la directora.
Vega, desconsolada ante el discurso de la directora de la Academia
"Tengo la cabeza así ahora mismo, primero me dicen que sea como soy, luego no... Yo, tal como soy, hubiera dicho: 'no me apetece cantar esto', y no lo puedo decir", murmuraba Vega entre sollozos."No, no, para la música", cortaba Nina tajante. "Yo soy así Nina. Yo lloro. Me cabreo", replicaba la cordobesa. "Si tú puedes llorar y cargarte todo lo que quieras, pero las reglas son así y, si no se cumplen, para fuera tú. Ya estoy hasta los cojones. Eso no tiene nada que ver con cómo uno es, eso es venir a tocar los cojones (...) Tiene razón Noemí, puedes venir y contarlo sin hacer ese drama", sentenciaba entre voces y golpes con su carpeta en la mesa la directora.
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Finalmente, Vega no aguantó la presión y decidió irse a la habitación completamente hecha polvo. "Igual me arrepiento, pero yo así y no puedo, porque me estoy haciendo daño mogollón. Lo siento de verdad", decía mientras recogía sus cosas. "Venga, fuera", apuntillaba Nina antes de confirmar que el tono de la canción, al menos, le iba bien: "Si llega a cantar, también te lo digo".