Una de las clases de Manu Guix en 'OT 2018' se convirtió en un auténtico confesionario cuando el profesor comenzó a hablar con sus alumnos sobre el futuro que les esperaba fuera de la Academia. Mientras Miki y Sabela ensayaban "No olvidarme de olvidar", su canción de esta semana, comenzaron a comentar el estilo que querrían desarrollar en un futuro y el asunto preocupó a Sabela hasta el punto de romper a llorar.
Sabela llora junto a Natalia en 'OT 2018'
Todo comenzó al hablar de sus propias composiciones, ya que Sabela dijo que no estaba componiendo en la Academia debido a la "presión" y a que siempre sentía lo mismo, sin llegar a encontrar inspiración. Para Manu Guix le dijo que debía deshacerse de esa sensación, ya que siempre tendrá esa presión: "Es una rutina, es un trabajo más", aseguró el director musical. Por otra parte, la gallega tampoco supo definir el estilo de música que quiere abrazar una vez salga del concurso, algo que para su profesor debería tener "clarísimo".
Por su parte, Miki, al igual que Natalia, que se incorporó después a la conversación, parecían tener una idea más clara de lo que pretendían hacer fuera. El momento terminó con Sabela recogiendo y yéndose al decir que se sentía "más frustrada que las musarañas". Después comenzó a llorar amargamente, preocupando a todos los presentes.
El agobio de la incertidumbre
El músico temía haberse sobrepasado con su alumna, pero ella negaba que fuese culpa de nadie excepto de sí misma al decir: "Me agobio a mí". Para Sabela, saber definirse como lo hacen sus compañeros es "super importante", por lo que se derrumbó al darse cuenta de que no podía explicarlo, tal y como decía entre sollozos: "Me da rabia no tenerlo claro o no saber decir qué quiero".
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Manu Guix quiso acercarse a la cantante y le dio un abrazo y un beso mientras le expresaba que no debe sentir presión: "Cada uno aprovecha el momento a su manera". Al final, fue Miki el encargado de destensar el ambiente lacrimógeno al decir: "Si te sirve, las canciones que escribo yo no tienen ni palabras". Así, Natalia y él bailaron un tema en un inglés inventado que el propio Miki había compuesto y consiguieron que su compañera no se fuera del aula con tan mal sabor de boca.