El amor no entiende ni de edad ni de capacidades, y es justo lo que han demostrado dos comensales de 'First Dates'. Adrián es una persona CODA, lo que viene a ser un hijo de padres sordos. Aunque él no tiene ninguna dificultad auditiva, asegura haber desarrollado "esa identidad, el tic sordo". A Jordi le sucede lo contrario, todos en su familia son oyentes menos él. A ambos les separan 12 años de edad, pero han congeniado de maravilla comunicándose a través del lenguaje de signos.
Adrián y Jordi en su cita en 'First Dates'
Jordi estaba deseando conocer a una persona oyente. "En la comunidad de sordos nos conocemos casi todos y no me ha gustado ninguno", confesaba entre bambalinas. Adrián ha sido su gran cita y, aunque no conocía el término "CODA" por el que se ha definido, es lo que menos le ha preocupado. "Me preocupan los 12 años de diferencia, pero si me es fiel, aceptaría estar con él", añadía. Tanto es así, que ambos aceptaron compartir una segunda cita.
Romper con los prejuicios
Adrián quiso cuestionar a Jordi si el ser sordo le había hecho vivir algún tipo de discriminación, algo a lo que este contestaba afirmativamente. "Yo también. Me han visto siempre como el raro porque la comunidad oyente es así", expresaba Adrián en lenguaje de signos. "Queda mucho por sensibilizar a la comunidad oyente sobre qué es la cultura sorda", expresaba Jordi a su cita.
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Si con algo ha querido romper Adrián, es con el hecho de que las comunidades sorda y oyente apenas se relacionen entre ellas. "Tienen el pensamiento de que si eres oyente tienes que relacionarte con oyentes, y si eres sordo, con los sordos. Pero no es así", aseguraba. "Yo me he criado con sordos y tengo esa identidad. Soy muy observador por ejemplo. Hago más caso a mi lado sordo que al que escucha", se sinceraba el CODA.