Pablo Iglesias ha acudido este jueves 13 de diciembre al Senado para comparecer en la comisión sobre financiación de partidos, para responder de las causas -ya archivadas- del partido sobre las acusaciones de financiación ilegal por parte de los regímenes venezolano e iraní. En las cuatro horas de reunión, el líder de Podemos sentenció que "no ha recibido dinero del Gobierno de Venezuela" y, además, reveló que su "la situación política y económica es nefasta".
Pablo Iglesias y Mariló Montero
Asimismo, también quiso rectificar algunas de las afirmaciones que había hecho sobre el régimen de dicho país. "No comparto algunas cosas que dije en el pasado. Rectificar en política está bien", expresaba un Iglesias conciliador, modo que también utilizó para pedir perdón sobre otros errores del pasado, como "la broma machista" que hizo sobre Mariló Montero, a la que calificó de "imperdonable": "Lo que uno puede hacer es pedir disculpas y decir esto lo hice mal".
La polémica salió a la luz cuando se filtró una conversación del político con otros miembros de Podemos en un grupo de Telegram, en la que Iglesias se refirió a la periodista bajo estos términos: "La azotaría hasta sangrar". En su momento, el líder de la formación morada aclaró que solo se trataba de una broma, pero esta vez sus explicaciones han ido más allá y ha querido rectificar: "A veces he hecho comentarios que cuando lees después dices 'es impresentable'".
Mariló Montero no se ha pronunciado
De momento, la periodista no se ha pronunciado sobre las palabras de Iglesias, aunque con motivo del resultado de las elecciones andaluzas escribió un artículo de opinión en el Diario de Sevilla en la que utilizó con ironía las declaraciones del político para cuestionar los discursos políticos que se habían utilizado en la campaña, aunque, en su mayor parte, el texto iba dirigido a VOX: "Partidos que crecen como setas a golpe de irascibilidad puntual pero sin un buen proyecto futuro. Políticos que desde su tribuna mienten cuando declaran que son feministas y desean azotar a periodistas hasta hacerlas sangrar, aplaudidos por feminazis".
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