ENTREVISTA

Paca la Piraña ('Veneno'): "No quiero hacer libros ni series sobre mi vida, pero sí protagonizar una ficción"

Hablamos con una de las protagonistas de 'Veneno' y presentadora de 'Paca La Piraña: ¿dígame?' sobre su experiencia en la serie de Atresmedia Player y sus planes de futuro como actriz.

Por Héctor Alabadí El 19 de Noviembre 2020 | 16:56

Nada es imposible con ella. Después del fenómeno 'Veneno' y su debut como presentadora con 'Paca la Piraña, ¿dígame?', hablamos con la artista en una extensa conversación que nunca deja de sorprender. Aunque inicialmente se muestra más comedida, ya que acaba de levantare de dormir, poco a poco va soltándose hasta crear ese efecto hipnótico que nos mantiene enganchados a su relato. Y eso que no lo suyo no es precisamente ir al grano, ni falta que hace.

Francisca Arancil Cáceres, conocida como Paca la Piraña, recuerda a su amiga Cristina Ortiz La Veneno en el aniversario de su fallecimiento, emocionada por las continuas muestras de cariño que comparten sus seguidores en el Parque del Oeste. La almeriense radiografía a su amiga para mostrar sus diferentes facetas y ampliar el universo presentado en la ficción de Atresplayer Premium, dejando claro que es una historia con sus luces y sus sombras.

Tras esta experiencia como actriz y presentadora, Paca quiere seguir ligada a la industria audiovisual, ya sea como colaboradora o concursante de algún talent show. Aunque su verdadera prioridad es seguir demostrando sus dotes interpretativas en nuevos proyectos en los que pueda lucirse con otros registros. De momento, confirma su participación en la segunda temporada de 'Veneno' y avanza nuevas entregas de su consultorio.

Paca la Piraña

Se acaban de cumplir cuatro años del fallecimiento Cristina Ortiz y el Parque del Oeste se ha llenado de homenajes. ¿Te emociona ver todo lo que está ocurriendo con ella?

Sí, a mí me emociona mucho porque yo me quedé como en shock porque no me pude despedir de ella. Yo hablé con ella por teléfono y discutimos por lo del libro, y a la semana se murió. Decía yo: "¡Madre mía, que se ponga buena!", porque estaba en coma y yo me había enfurruñado con ella por lo que explicamos en la serie: ella decía que yo le había robado dinero y yo nunca le he quitado dinero a nadie. Estaba enfadada con ella y le dije que hasta que no fuera a la tele a decir que era mentira, no venía más a mi casa. Estábamos enfadadas y tenía clavada esa espinita.

Ahora por el aniversario, me llamaron a mí para ir a la tele, a Telecinco, lo que pasa que yo no podía ir porque tengo un contrato con Atresplayer Premium. El otro día dije un comentario sobre Cristina y hay una gitana por ahí que me está poniendo verde, cagándose en mis muertos. Pero, ¿esta mujer de qué va? ¿De qué me conoces tú a mí? Ella dice que yo me he metido con la raza gitana y eso no es cierto, yo no me he metido con nadie. Yo solo dije que la Cristina venía muy sucia aquel día. Está diciendo que soy una gorda... ¡pues cuando yo era joven no estaba tan gorda!

Después del bonito homenaje que fue 'Veneno', muchos programas están aprovechando el éxito para recuperar los temas más polémicos y controvertidos sobre Cristina Ortiz.

¡Claro! No es oro todo lo que reluce. La pobre Cristina tenía sus cosas, sus soles y sus sombras. Si te pones a hablar de una persona, hay que contarlo todo. No puedes decir que todo era bonito, que todo era color de rosa y que ganaba millones. Hay que decir lo bueno y lo malo. En la serie lo hemos hecho todo más bonito, pero muchas cosas de las que le pasaron a Cristina han sido su culpa, por no tener bien su cabeza. Yo le daba consejos y le decía: "Nena, nena...". Y como no me hacía caso, pues llega un momento en que, por muy amiga tuya que sea, tienes que decir "basta, hasta aquí hemos llegado", porque sino es que te arrastra. Si tú vienes a mi casa con un abrigo que es robado y la dueña denuncia y viene la policía, pues a mí me puedes meter en un marrón. Muchas cosas le han pasado por consentirlo, porque yo no hubiera consentido nunca que a mí mi marido me hubiera metido en un trajín como el de los seguros.

¿Qué ha supuesto para ti la experiencia de rodar una serie como 'Veneno'?

La experiencia ha sido muy bonita, porque yo nunca había rodado una serie, pero también ha sido muy amarga porque me pilló lo del encierro del coronavirus. Nos llevaron a una discoteca al equipo para ver lo que habíamos rodado y yo ya estaba con la mosca detrás de la oreja por lo del virus en China. Como yo soy tan peliculera, que he visto tantas que era la número uno del barrio alquilando en el videoclub, pues yo decía "¡madre mía!" eso de ir a una discoteca. Yo pensaba: "¡Madre mía, como venga una persona que tenga eso! ¡Qué miedo!". Un chico joven que era mi fan, me hacía lo de "arroz con habichuelas" y no paraba de darme besos y abrazos toda la noche, mientras que yo solo pensaba en lo del virus.

Isabel Torres y Paca la Piraña en 'Veneno'

Encima te tocó pasar sola el confinamiento en un piso que te habían alquilado para el rodaje de la serie.

¿Cómo te has sentido al revivir tantos momentos que ya viviste en tu vida real junto a Cristina? Supongo que habrá sido doloroso.

Sí, pero, ¿sabes qué pasa? En la serie hay cosas que son verdad y otras que son ficción. Yo de joven no estaba en Madrid, me fui a trabajar a Elda (Alicante) y de allí a Valencia. Yo a Madrid fui de visita a ver a la Cristina, porque yo estaba con el espectáculo. En el año 92, en Elda mi jefe me dijo que cancelaba dos de los espectáculos que hacíamos y yo no me podía permitir 4.000 pesetas diarias de hotel porque cobraba por actuación 8.000. Entonces, el día antes de volverme a Almería con mi madre, una amiga que vivía en Valencia me dijo que me fuera para allá. Y yo pensé: "Como tengo el vestuario, no me cuesta nada ir y pruebo a ver si me va bien". Ya me quedé en Valencia. Pero yo solo estuve en Madrid un mes con Cristina, que fue cuando le puse lo de "Veneno". Yo solo fui dos veces a Madrid, era ella la que venía a mi casa de Valencia todos los años. Empezó viniendo de chico y cada vez que venía se le notaban los cambios. Me acuerdo que cuando Cristina era joven, de chico, en Valencia era la época del bakalao y había una discoteca de gays, Venial. Como era tan presumida, ella se venía a Valencia para ir allí a bailar y a ligar, y luego se venía a mi casa a dormir. A veces se venía un fin de semana, otras veces un mes. Cuando se puso las tetillas, se venía a la calle a putear. Pero aquí en Valencia no le dejaban trabajar y se tuvo que poner a pelearse hasta que lo consiguió.

Yo siempre he tenido una actriz dentro de mí. De niña soñaba con ser una mujer como la Liz Taylor, rodar películas y enamorarme de los actores guapos. Además, he hecho mucho espectáculo y me gusta mucho hablar porque soy géminis. Entonces, los Javis me decían "¡Fíjate, la Paca!", porque yo a veces regañaba a Isabel Torres y le decía que había que venir con los guiones aprendidos. Isabel se ponía a llorar y decía "¡Ay, es que no se me mete!", y yo se lo soplaba por debajo. Me acuerdo también que nos moríamos de la risa con la Laura Frenchkiss, porque no se aprendía las frases ni pa' atrás.

¿Por qué te costó tanto aceptar la propuesta de los Javis si tenías una actriz dentro?

Me costó aceptarlo porque yo estaba de limpiadora. Hasta que me coloqué en 2018, yo estaba sin trabajo. Ya había vendido mi piso Valencia y me había comprado otro en Almería. Además, tenía que cuidar de mi madre porque está mayor y torpe, y mis hermanos me ayudan pero no pueden hacer más porque están trabajando. Le dije a mi madre que la podía cuidar, pero que tenía que trabajar también porque tengo que pagar la luz, el agua, la comunidad... Ella me dijo que la alquilase, pero no podía porque yo tengo muchos cuadros, que no son de Picasso ni nada de eso, pero bueno que son muchas cosas. Y, además, que el día que mi madre falte, yo tengo que irme de su casa, porque yo no sé qué harán, si la venderán o si la alquilarán, porque somos seis hermanos. Entonces, yo estaba de limpiadora y ellos estaban muy contentos conmigo y a mí me servía de distracción, porque ir a trabajar no es lo mismo que estar todo el día encerrada en la casa comiéndote el coco. Nosotras como hemos sido autónomas y hemos trabajado en el espectáculo, si no cotizas, eres una pobre desgraciada sin un duro. Yo tenía mi trabajillo como limpiadora y yo decía "¡Madre mía, si hago la serie me voy a quedar sin mi trabajo!". Pero me insistieron, yo había leído que los Javis habían hecho cosas bonitas, como el musical de "La llamada", y lo pensé y dije "es que esto es una cosa de mi vida y va a quedar para la historia". Además, así saldaba una deuda que tenía con mi hermano porque me ayudó con la hipoteca cuando llegó la crisis. Ahora ya no tengo deudas con él.

¿Te ha gustado la elección de Desi para interpretar a tu versión más joven?

Pues a mí me ha dado igual, porque alguien tenía que ser. Pero toda la gente me decía que yo era más guapa que ella cuando era joven, que era más delgadita y que tampoco hace el acento nuestro almeriense, porque la Desi tiene una cosa y es que habla con la r. Ella estaba muy contenta de haber hecho de mí, me decía que era un orgullo. Yo le decía: "Bueno, si tú estás contenta, yo me alegro cariño". Cuando me lo dijeron me vino bien porque yo me puse gorda cuando dejé de fumar y también porque me hice una esguince en el pie, que fue el motivo por el que me tuve que retirar del espectáculo. Por culpa de un tacón, se me dobló el pie y no podía andar. Yo no sé qué me pasó que, comiendo lo mismo dos veces al día, engordé. Yo ya estaba rellenita desde que me separé de mi marido, me puse más gorda de quitarme a un muerto de encima. Luego al no poder andar, pues no podía correr ni nada de eso. Entonces como la Desi está rellenita, pues me ha venido bien. Los Javis me tuvieron toda la serie comiendo, que si bizcocho, que si croquetas, que si helado... Voy a tener que adelgazar. ¡Qué rabia que me ha pillado a mí gorda y vieja la serie! Me hubiera gustado que me hubiera pillado con 32 años, que estaba yo fantástica, pero bueno mira aquí está la gorda.

Eso lo rodamos en el confinamiento. Vinieron todos, los siete, con las máscaras y los guantes, a mi apartamento. A mí me daba miedo porque era muy pequeño. Pero lo más gracioso es que la mayoría, un 60% o 80%, es de mi cosecha. No había un guion, ellos me hacían la pregunta y yo tenía que contestarlo todo. A mí me preocupaba que yo en la vida real siempre estoy con el coño en la boca y pensaba que me iban a regañar. Y luego pusieron "¡con todo mi coño!", y yo pensé: "¡Anda, les ha gustado!".

Les ha gustado tanto que ahora tiene un contrato con Atresplayer Premium para más proyectos.

Los Javis están preparando una segunda temporada de 'Veneno', ¿crees que tu vida podría dar para una temporada de esta posible antología?

No, porque yo no quiero hacer libros ni series sobre mi vida. Pero hacer yo una serie de ficción protagonizándola, pues sí. No tengo una vida de viajes o de maridos, mi vida ha sido muy aburrida. Le decía a mi cuñado el otro día: "Hijo mío, llevo 20 años en Valencia y no he ido ni a correr al río, que lo tenía al lado". Siempre he estado en casa encerrada. Me dio por tener perros y llegué a tener hasta seis. Cuando me quise dar cuenta me habían arruinado la vida, porque no podía salir a ningún lado. Solo estaba pendiente del teléfono, porque éramos autónomas. He tenido una vida pendiente de pagar mi casa, porque con la hipoteca tenía una deuda muy grande, y de sacar a mis perros para adelante. Si fuera una serie tipo 'Aída', pues bueno, porque podríamos contar cosas de la vida real.

¿Te gustaría hacer una comedia tipo 'Aída'?

Bueno, más que comedia, que tenga cosas de risa y de intriga. También me gustaría hacer cosas importantes, ya que dicen que soy buena actriz. Quiero hacer proyectos donde se demuestre que puedo hacer cosas de comedia y más, todo no va a ser risa. Lo que me pasa a mí es que tengo muy buen humor, entonces aunque la cosa sea seria siempre suelto alguna chorrada. Tengo muy buen carácter, pero cuando me enfado, me pongo a chillar como una loca. Es que a mí siempre me han visto buena y risueña, porque no me han dado motivos para lo contrario. Me han tratado como una reina. ¡Tenía hasta un chófer que me llevaba al rodaje!

Hablando de ti, ¿cómo ha sido tu infancia y tu juventud? ¿Lo pasaste tan mal como Cristina en Adra?

No lo pasé tan mal. Lo pasé mal porque quería mucho a mi madre, era muy madrera, y cogió una depresión porque mi padre, que era un taxista muy guapo al que le gustaban mucho las mujeres, tenía amantes. Mi madre se puso muy mala, ya con tres o cuatro hijos, entonces nos metieron a un internado. Yo empecé en el internado este de las monjas con siete años, estaba allí encerrada con los niños y no veía a mi madre. Solo la veía a la pobretica algún fin de semana. Algún niño, los típicos, me decían mariquita, pero yo le pegaba una torta, con un palo o le daba una pedrada en la cabeza. Otras veces no les hacía caso, porque yo era un niño bueno.

¿Tu familia lo aceptó bien?

Pues el otro día lo hablaba yo con mi madre, le preguntaba que para qué me había llevado a mí al médico cuando era pequeñilla, que me salen ahora pelos por todas partes y me paso el día depilándome. Me dijo que lo hizo porque se le ocurrió a mi padre para saber si yo era mariquita, ya que yo siempre estaba poniendo los vestidos de mis hermanas y los tacones de mi madre. Cuando me llevó al médico yo tenía siete u ocho años, y el médico me bajó los calzoncillos, me cogió de los huevos y del pito, para tirarme para atrás el pellejo. Y dijo que estaba bien hecho, que no tenía ningún defecto, que tenía la picha bien y que era muy guapo, pero afeminado. De niño ya tenía la vocecilla suave. Se me notaba que era afeminado, era un niño pero como una niña. Ahora tengo la voz más grave pero por ser fumadora durante 30 años. Yo nací en el 62, pero en los 70 con la moda del pelo largo, yo llevaba melenilla y se creían que era una niña, porque no tenía barba ni nada. Las niñas no tienen tetas con siete u ocho añillos, entonces yo era una más y los niños me cogían como su novia. Yo tenía hasta mi novio, que tenía como doce o trece años, era un hombrecillo, y me llevaba de la mano por la noche a ver las estrellas y me daba besos y todo. Pero no me hacía cosas marranas.

Piraña en 'Veneno'

¿Cómo ves a las nuevas generaciones de personas trans? ¿Crees que lo tienen mucho más fácil que vosotras?

A todas las transexuales de Valencia las he ayudado. A Cristina la ayudaba porque era quien más lo necesitaba. Ella tenía algún problema y ni me llamaba por teléfono, se presentaba en mi casa de madrugada. Cuando le daba el ataque y tenía una pelea con el chulo o con el novio de turno, como cuando se peleaba con Andrea, venía a mi casa. Cuando me tocaba el timbre tan tarde yo pensaba que era un cliente. A veces la Cristina ponía voz de hombre y decía: "Soy yo, vengo a verte, guapetona". Yo le decía: "Ay nene, vente en diez minutos", para poder lavarme y arreglarme, ponerme la peluca y el camisón. Luego abría la puerta y me la veía a ella y decía: "Maricón, que creía que eras un tío, me has engañado". Ella se partía de risa y se plantaba en mi casa con todo su coño. Yo le decía: "¡Pues ya estamos aquí las dos, Cáceres y Badajoz!".

A María José La Valenciana también la ayudé mucho. Murió en Torremolinos por culpa del alcohol, de la coca y de las tonterías. Antes de irme yo a Valencia, allí en Almería, me la llevé a mi casa y, cuando se murió mi padre, me la llevé al funeral y nos tuvimos que ir porque ella vino borracha perdida. Yo le dije: "¿Tú te crees que puedes venir al funeral de mi padre borracha, so desgraciá?". Mi padre en la caja y ella en frente, en los sillones, tumbada. A mí me daba vergüenza.

A las nuevas generaciones... Pues la vida ha avanzado mucho. Los padres ahora piden préstamos para ponerles el chumino y las madres son más jóvenes, han estudiado, gente con cultura universitaria. Antes te echaban de casa y te tenías que ir del pueblo y acabas en la prostitución. Ahora ya estas niñas no tienen que prostituirse.

Nada de esto sería posible sin todas las que vinieron antes.

Yo he luchado por vivir mi vida y por tirar para adelante, por tener un plato de comida. Yo quería a la escuela de Bellas Artes, querría haber sido diseñadora de moda, pero mi padre no podía pagarme la matrícula porque era carísima. Así que yo estudié peluquería. Cuando era chico iba por las casas peinando a la gente, pero empecé con el espectáculo y se me metió dentro, ya mi vida cambió. Cuando me maquillaba y me peinaba, porque era transformista, me veía como yo quería ser. Yo me daba cuenta de que a los tíos les gustaba más de mujer que de hombre. Los amigos de mi hermano cuando me vestía de mujer me decían que estaba muy buena y me tocaban el culo. Como mujer estaba muy buena porque tenía veintitantos años y la talla 38. Por eso te digo que esa de 'MasterChef' que se meta la lengua en el coño y que no insulte a las personas, porque yo no me he metido con ella para nada. Si es trans, que respete a las demás.

¿Crees que hemos mejorado a la hora hablar de la transexualidad en televisión y en la sociedad en general?

La sociedad ha cambiado, pero siempre habrá algún desgraciado que dirá lo de maricón. Si tú no te das cuenta de que es trans, ya vendrá alguno que te dirá "antes era un hombre, tiene pito". Pero eso ya es cada uno con su psicología. Yo siempre cuando he ido por la calle he sido una mujer llamativa, porque he sido muy alta con mi 1,80 de altura, mis tacones y muy guapa, pero siempre he procurado no ser ordinaria. He procurado ir con unos vaqueros y elegante, no hecha un putón a Mercadona. Si quieres que te respeten, tú te tienes que hacer respetar. Si tú te vas a los barrios donde yo he vivido y preguntas por Paqui, a mí todo el mundo me ha querido y me ha respetado.

A lo mejor alguna vez sí me ha pasado. Me acuerdo que en una Navidad, mi amiga Carla y yo salimos de marcha y nos ligamos a un muchacho muy alto. Bueno, nos ligó él a nosotras, era un uruguayo. Nos lo llevamos a casa e hicimos un trío. El uruguayo era una loba, entonces es mejor para nosotras porque te lo pasas mejor. Como a mí me gustaba el muchacho, lo tenía como follamigo pero no le cobraba. Un día lo vi hablando con una vecina mía cuando yo estaba sacando a los perros de paseo, pero no me paré a decirle nada porque soy muy discreta. Entonces escuché a la vieja decirle que era un hombre y no una mujer. ¡Se lo decía pero ya me había comido todo el ceporro! ¡La tía vieja asquerosa! Por eso te digo: la gente te puede poner una cara, pero luego por detrás pueden decir cosas como que eres maricón. Pero, claro, como no te lo dicen a la cara, pues no tienes la opción de discutirlo con ellos. A palabras necias, oídos sordos, que digo yo.

Paca la Piraña en el consultorio 'Paca la Piraña, ¿dígame?'

Más allá de los proyectos que tienes con Atresmedia, ¿qué te gustaría hacer en televisión? ¿Te animarías a participar en algún talent show como 'Tu cara me suena'?

A mí me gustaría hacer cosas divertidas. No sé si podría ir a 'Tu cara me suena', no tengo yo una voz muy potente. Me gustaría caracterizarme, eso sí. A mí me gustaría ser colaboradora, hacer alguna película para Atresplayer Premium con Coronado, por ejemplo. Le dije en el rodaje: "¡Chico, estoy toda la noche pensando en ti y no vas a dar un beso de esos culebra! ¡A mí me tienes que dar un beso de esos que yo me mee en las bragas del gusto!". Porque él me besó con la boca cerrada, pero yo le dije que pensaba que los actores se tiraban tiempo practicando. Si va a ser de caballos, tienes que montarte a uno y aprender a galopar; si va a ser de motos, tienes que subirte a una y aprender a llevarla; ¿con las parejas no hacéis lo mismo? Lo nuestro fue llevar y decirle: ¡bésala! Y yo, claro, estaba nerviosa porque no sabía cómo besar a este hombre. Yo es que a los clientes no los he besado igual que a los que me han gustado. Lo hicimos tan bien que a la primera o a la segunda ya estaba lista la escena, así que me quedé con ganas de besarle más veces. Yo quería que hubieran puesto una escena con más erotismo y esa era como más de risa.

¿Y en 'MasterChef Celebrity?

Pues cocinar sí, porque a mí me gusta, pero hay muchas recetas que no las he hecho. No tengo el horno bien porque se me rompió. Pero si me dicen de hacer 'MasterChef Celebrity', iría. Yo todo lo que me salga que sea bonito y que esté gracioso, lo voy a hacer. A mí la fama me da igual, yo quiero tener una fama bonita, no de mala, porque mira a esa de 'MasterChef' que me está poniendo verde. Yo no le he querido contestar, porque yo cuando me irrito muevo la lengua también. Ella se ha cagado en todos mis muertos... Si ahora todo el mundo se te va a echar encima por una cosa que digas, ¡pues apaga y vámonos! Dije que la Cristina fue a Telecinco muy sucia, que parecía una gitana, pero eso no es meterse con la raza gitana. Diciéndome también que soy una gorda... y diciéndome que pida perdón en el Instagram a los gitanos, ¡pero si yo me he criado con los gitanos, he tenido amigos gitanos y me he acostado con gitanos! Debajo de mi casa viven dos gitanos y tienen la casa limpia. Solo era una expresión.