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Cualquier seguidor de la séptima edición de 'GH VIP' sabe que Gianmarco es sin duda uno de los concursantes más supersticiosos de esta edición. Para sorpresa de muchos, el italiano está habitualmente convencido que es víctima de maldiciones o "males de ojo", y así se lo ha hecho saber a sus compañeros, que están ya acostumbrados a los comentarios relacionados con el tema del concurso. Precisamente, el chico está convencido que su derrota en el último 'juego de El Jefe' que se produjo en la gala del espacio emitida el 24 de octubre no fue casual. "Es muy supersticioso (...) incluso ahora cree que en el último 'Juego de El Jefe' no fue casual (...) cree que hay un exorcismo casero detrás", explicó al Maestro Joao al Súper en el confesionario del reality.
Pol, Estela, Gianmarco y Maestro Joao en 'GH VIP 7'
Fue entonces cuando vivimos el surrealista ritual en mitad del jardín. Joao, como es un hombre con recursos, no tuvo problema en sustituir la lluvia natural necesaria por un cubo de agua y minutos antes corroboró que el ritual iba a resultar exitoso ya que en este agua se perfilaba el número 8, es decir, el del infinito: "Eso te va a dar el comienzo de algo con éxito". Finalmente, Joao no dudó en subirse a una escalera y empezar a lanzarle agua con sal al chico: "Pedimos a la comisión africana que le quite todos los peligros, todos los enemigos, toda la negatividad... ¡y toda la fuerza del mal que pueda hacerte daño! Corto lo malo, fuera lo malo y que entre lo sano". Contundente, rápido... ¿y eficaz? Así fue el ritual con el que Gianmarco intentará no tener mala suerte.
Las redes hablan de Pol Badía
Pero en lo que muchos espectadores se fijaron no fue ni en Joao ni en Gianmarco siendo mojado, muchos tuiteros no dejaron de mirar a Pol Badía. El que fuese exnovio del Maestro se encontraba (al igual que Estela) observando desde la distancia el ritual y tal y como se podía evidenciar en su pantalón... sí, le estaba gustando bastante lo que estaba viendo. Decenas de tuiteros no dudaron en comentar el bulto que se intuía en el pantalón, ¿provocado por el italiano? ¿O una simple arruga? Sea como fuere, lo que está claro es que Badía se convirtió en el inesperado protagonista del momento.