Un comensal en 'First Dates': "He tenido novia durante cinco años, pero ahora me gustan los hombres"

'First Dates' es un programa que presume de no tener prejuicios sociales y es por esa razón que muchas personas se animan a dejar sus preocupaciones y miedos atrás para ir al date show más exitoso del momento en busca del amor. Eso es exactamente lo que ha hecho Eduardo, un chico gaditano de 29 años que se ha decidido para visitar el restaurante de 'First Dates' para encontrar un chico especial. Pero el pasado de Edu era bastante diferente a su presente...

Al parecer, Eduardo siempre había estado con chicas, hasta que llegó un momento en el que decidió salir del armario. "Yo tenía a mi novia pero me di cuenta de que me gustaban los hombres", confesaba el participante a Carlos Sobera antes de conocer al hombre que sería su cita de esa noche. "Desde ahí para aquí, todo un poco torcido", seguía contando Edu, dando a entender que su vida amorosa desde entonces ha sido algo complicada.

"Me aburrí de una cosa, me fui para la otra. Eso sí, he ganado mucho en experiencia y mi persona también he ganado mucho", explicaba Eduardo presentándose a los espectadores de 'First Dates'. Carlos Sobera le preguntó cómo se dio cuenta de su verdadera sexualidad y Eduardo contestaba: "He tenido una novia durante cinco años y a parte siempre he estado con chicas, pero tenía inquietud", desvelaba el concursante.

"Yo estoy ya declarado, estoy ya mariquita puro", comentaba Eduardo, notándose muy alegre por abrazar su sexualidad de esa manera desde hace ya aproximadamente un año. "Salir aquí con todos los problemas que he tenido, ha sido como diciendo "aquí estoy yo". Y no me tengo que esconder de nadie. Volvería aquí veinte veces nada más para decir lo orgulloso estoy de ser yo mismo", explicaba Eduardo.

¿Cómo ha ido su cita?

Respecto a su cita esa noche en 'First Dates', podríamos decir que empezó con muy buen pie. Pero conforme iban avanzando los minutos, la cita de Eduardo parecía menos convencido de tener una segunda cita con él. Y finalmente pasó a ser algo mutuo y ninguno de los dos quiso otra oportunidad. Una pena, teniendo en cuenta que ambos habían coincidido en aspectos importantes de una pareja, como la idea del matrimonio o el deseo de tener hijos.